La heroína está clasificada como una droga recreativa debido a la sensación euforia que produce. Es derivada de la morfina y su uso frecuente está asociado a la tolerancia y una fuerte dependencia física. Se trata, además, de uno de los tipos de drogas más dañinos de los que se utilizan actualmente, y está vinculada a la transmisión de muchas enfermedades por el modo en el que se suministra.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en todo el planeta existen más de 1.300 millones de fumadores de tabaco. Más allá de esta alarmante cifra, si ahondamos en términos médicos la cosa empeora drásticamente: hasta la mitad de los que lo consumen terminan falleciendo. El cáncer de pulmón ejemplifica claramente este dato, pues es el responsable del 25% de los procesos neoplásicos en seres humanos y se cobra más de 130.000 muertes anuales. Por mucho que todos sepamos los perjuicios de esta adicción, en ciertos países el consumo de tabaco sigue estando completamente normalizado. Sin ir más lejos, se estima que en regiones como España el 24,5 % de la población adulta fuma, con todos los efectos psicológicos, sociales y fisiológicos que esto conlleva.
El LSD fue sintetizado por primera vez en 1938 por el químico suizo Albert Hofmann, quien trabajaba para la empresa farmacéutica Sandoz (ahora Novartis). Hofmann no tenía idea de la poderosa sustancia que había creado hasta que, cinco años después, accidentalmente absorbío una pequeña cantidad del compuesto a través de su piel y experimentó los primeros efectos del LSD. Este episodio, conocido como "el viaje" de Hofmann, marcó el comienzo de la exploración sistemática de los efectos psicoactivos del LSD. En las décadas de 1950 y 1960, el LSD se utilizó en investigaciones psicoterapéuticas y se consideró una herramienta prometedora para el tratamiento de diversas condiciones, incluyendo la ansiedad y la depresión. Sin embargo, con el auge de la contracultura en los años 60, el LSD se popularizó como una droga recreativa y su uso se extendió más allá del ámbito médico.
Odiar tu trabajo no solo hace que te sientas frustrado, también tiene consecuencias negativas para tu cerebro. No es raro caer en un trabajo que no te gusta, que te sientas atrapado y que fantasees con escapar de todo eso e ir a buscar lo que realmente quieres, pero que sea normal, hasta cierto punto, no quiere decir que eso no tenga consecuencias importantes. La verdad es que, aunque no nos guste, hay que trabajar para sobrevivir, nadie te va a regalar dinero nada más por existir y tampoco te puedes pasar los días viendo series y sin hacer nada. El trabajo te puede dar un sentido de utilidad y productividad, pero caer en uno terrible, que no te gusta o que no te llena puede hacer que le pasen cosas muy extrañas a tu cerebro, y no son exactamente positivas. La ciencia dice que tu cerebro es como un músculo, necesitas entrenarlo correctamente (hay ejercicios que fortalecen tu memoria), cuidarlo correctamente y asegurarse de que todo lo que haces en tu día a día ayuda a mantenerlo poderoso y en buenas condiciones, y tener un trabajo que disfrutas y que te gusta es parte de eso. No quiere decir que tenga que ser un trabajo en el que nunca te sientes presionado o frustrado, más bien se trata de algo que no te hace sufrir todo el tiempo. Así como hay hábitos y alimentos que fortalecen tu cerebro, también hay cosas que lo dañan, y cuando tu trabajo no te gusta, entonces las consecuencias pueden destruirlo.
¿Sabias que el calor puede influir de manera importante en tener una sintomatología ansiosa? Descubre la relación entre el calor y la ansiedad.
Es una afección respiratoria en la cual hay una infección del pulmón. Este artículo cubre la neumonía adquirida en la comunidad. Este tipo de neumonía se encuentra en personas que no hayan estado recientemente en el hospital u otro centro de atención médica, como un hogar de ancianos o un centro de rehabilitación. La neumonía que afecta a las personas que están o que fueron dadas de alta recientemente de un centro de atención médica, tales como hospitales, se denomina neumonía intrahospitalaria (o neumonía asociada a la atención médica).
Sin intención de inundar las primeras líneas de esta revisión con un alud de frías cifras estadísticas sobre el consumo de tabaco en nuestro país, no hemos querido evitar la inclusión de cuatro escuetas referencias que sirvan para reforzar la afirmación de que el tabaquismo es, sin lugar a dudas, uno de los mayores problemas de salud pública en nuestra sociedad. Se calcula que alrededor del 36% de la población general española es fumadora, es decir, que uno de cada tres españoles mayores de 15 años fuma, y de los que entre ellos no lo dejen a tiempo, uno de cada dos morirá por culpa del tabaco. Sólo en España, el tabaco es la causa de 50.000 muertes al año, lo que lo convierte en la principal causa de enfermedad evitable y de mortalidad prevenible en nuestro país.
La adicción al alcohol es un trastorno crónico recurrente asociado con el consumo compulsivo de alcohol, la pérdida del control sobre la ingesta y la aparición de un estado emocional negativo cuando el alcohol ya no está disponible. El trastorno por consumo de alcohol (AUD, por su sigla en inglés) es una afección caracterizada por la capacidad deteriorada para detener o controlar el consumo de alcohol a pesar de las consecuencias sociales, ocupacionales o de salud adversas. Es un trastorno del espectro y puede ser leve, moderado o grave y abarca las afecciones a las que algunas personas se refieren como abuso de alcohol, dependencia del alcohol o el término coloquial, alcoholismo. La adicción al alcohol se refiere al extremo moderado a severo del espectro AUD.
El síndrome de Estocolmo está comúnmente relacionado con secuestros de alto perfil y situaciones de rehenes. Aparte de los casos de crímenes famosos, las personas comunes también pueden desarrollar esta afección psicológica en respuesta a varios tipos de trauma. En este artículo, analizamos cuidadosamente el síndrome de Estocolmo, por qúe se llama así, tipos de situaciones que pueden llevar a alguien a desarrollar este síndrome, y lo que puede hacerse para tratarlo.
La narcolepsia es un trastorno del sueño que genera somnolencia durante el día. Las personas con narcolesia pueden tener dificultad para permanecer despiertas durante mucho tiempo. Se duermen de forma repentina, esto puede causar problemas graves en su rutina diaria. A veces, la narcolepsia también puede provocar una pérdida repentina del tono muscular, conocida como cataplejia, que puede desencadenarse por emociones fuertes, en especial la risa.
Actualmente han proliferado en el mercado ilegal dispositivos electrónicos (similares a los cigarros electrónicos) para inhalar mariguana, esta forma de consumo se denomina popularmente vapeo y tiene riesgos importantes; inicialmente estos productos contienen una forma concentrada y sumamente potente de THC (tetrahidrocannabinol) el ingrediente psicoactivo, responsable de la adicción y los efectos depresores.
Cuando estás agotado, no es sólo el esfuerzo físico lo que puede pasar factura. Exagerar mental o emocionalmente también puede resultar agotador. Sentirse agotado mentalmente se debe a demasiada tensión mental: estás sobrecargando tu cerebro con tareas que requieren pensar. ¿Alguna vez has tenido un largo día de trabajo y sientes que no tienes la capacidad de decidir qué cenar o elegir un programa de televisión? Eso es agotamiento mental. Cuando estás mentalmente agotado, estás trabajando demasiado tus capacidades cognitivas y funciones ejecutivas. "El agotamiento mental puede desarrollarse cuando hay que dedicar mucho tiempo a un trabajo exigente o a tareas complejas de alto nivel, como analizar datos o tomar decisiones críticas", dijo Srinivas Dannaram, DOCTOR, psiquiatra del Banner Thunderbird Medical Center . Cuando esté mentalmente fatigado, no estará tan alerta como normalmente lo está. Le llevará más tiempo de lo habitual completar las tareas. Es posible que no esté tan interesado en su trabajo y su desempeño laboral puede verse afectado. Con el tiempo, los síntomas del agotamiento mental pueden incluir dificultad para dormir , dolores de cabeza relacionados con el estrés, problemas del sistema digestivo y úlceras.
La adicción al trabajo es un fenómeno psicológico kugado al desgaste laboral y al empobrecimiento de las relaciones sociales y familiares, entre otros aspectos negativos. Es por eso que en muchos casos, cuando está presente, se requiere de apoyo profesional por parte de psicológos especializados en terapia.
La depresión y la salud van de la mano. Afecta tanto al cuerpo como a la mente. La identificación de los síntomas físicos de la depresión puede ayudar a manejarla. ¿Qué causa la depresión y los problemas de salud? Los investigadores continúan estudiando la depresión y sus efectos sobre la salud. Lo que están descubriendo es que las causas de la depresión pueden variar, como tener un exceso de cortisol, una hormona del estrés, o incluso tener un hipocampo más pequeño.1 Algunos factores desencadenantes que pueden causar que una persona se sienta deprimida incluyen:2 Antecedentes familiares Depresión estacional Tristeza, duelo o trauma Enfermedad o condición crónica Dar a luz Eventos estresantes Sea cual sea la causa fundamental, los efectos de la depresión sobre la salud pueden ser profundos y duraderos.
La metanfetamina se creó a principios del siglo XX a partir de la droga original anfetamina, y al comienzo se utilizó en descongestivos nasales e inhaladores bronquiales. Al igual que la anfetamina, causa un aumento en la actividad y la locuacidad, disminuye el apetito y genera una sensación placentera de bienestar y euforia.
El término masoquismo incluye aquellas conductas asociadas a recibir dolor con el objetivo de sentir placer, pudiendo estas contribuir así a la excitación sexual de una persona. En cambio, se ha utilizado el concepto de sadismo para denominar la satisfacción de ejercer estos comportamientos en otros para la búsqueda de la satisfacción sexual. En ocasiones, estas pulsiones pueden darse de forma conjunta en la persona. El término masoquismo proviene del escritor austriaco Masoch, muy reconocido por sus descripciones de la vida misma en sus obras, como en el libro "La Venus de las píeles", en el cual relata escenas de duros castigos dentro de la relación sexual. También podríamos entender el concepto como un aprecio por sufrir dolor físico o moral, pero también humillación o sumisión durante el placer sexual con el fin de experimentar un aumento del deseo y disfrute. En líneas generales, las personas que practicaban el masoquismo disfrutan sexualmente del dolor o la dominación a la que otros puedan someterlos. Y en ocasiones, de otro modo su experiencia sexual se siente incompleta o insatisfactoria. Esto a menudo implica situaciones de sometimiento físico y/o emocional, como ataduras, maltrato físico, amordazamiento, inmovilización o simplemente relaciones sexuales agresivas. En psicología, el masoquismo también puede darse a nivel psicológico, como una forma de defensa, alivio o autocastigo para determinados sentimientos. Por ejemplo, una persona que padece intensos sentimientos de culpa puede buscar convertirse en víctima en medio de alguna situación vital.
En los últimos años se han podido detectar casos de un tipo de fobia específica en la que se habían observado diversos síntomas psíquicos y filósoficos desencadenados por circunstancias que estaban relacionadas con la religió, sufrir sudoración, náuseas y sensación de peligro al acudir a un acto religioso, al entrar en un templo, etc.
Con frecuencia solemos escuchar hablar de la dopamina como algo beneficioso para nuestra salud y bienestar. Pero ¿realmente sabemos qué es y cómo funciona este neurotransmisor catecolaminérgico? o ¿por qué es el neurotransmisor más importante del Sistema Nervioso Central de los mamíferos? Si bien todos hemos escuchado hablar de su importancia, quizá no sepamos cómo funciona al consumir drogas y qué consecuencias puede ocasionar en nuestro cuerpo. El objetivo de este artículo es comprender de qué forma algunas adicciones pueden actuar a nivel bioquímico y cerebral afectando el normal funcionamiento de las personas.
Las anfetaminas son fármacos simpaticomiméticos con propiedades estimulantes y euforizantes sobre el sistema nervioso central cuyos efectos adversos tóxicos incluyen delirio, hipertensión, convulsiones e hipertermia (que puede causar rabdomiólisis e insuficiencia renal). La toxicidad se trata con medidas sintomáticas, como benzodiazepinas IV (para la agitación, la hipertensión y las convulsiones) y técnicas de enfriamiento (hipertermia). No hay ningún síndrome de abstinencia estereotipado.
En la gran mayoría de las ocasiones, los fármacos son entendidos como parte de los recursos de los que se dispone en el mundo de la medicina para curar o tratar enfermedades de todo tipo; y en buena parte, esto es verdad. Sin embargo, considerar que un fármaco tan solo existe en la forma de una ayuda que el doctor pone a disposición del paciente es ver únicamente una parte de la historia. A fin de cuentas, los medicamentos no aparecen espontáneamente a partir de la nada; surgen a partir de sustancias que ya existen en la realidad que nos rodea, y siguen las leyes de la física. Es por eso que la mayoría de medicamentos tienen efectos secundarios, además de efectos terapéuticos; y entre estas consecuencias inesperadas, cabe tener en cuenta que algunos fármacos pueden generar adicción. Veamos por qué ocurre esto y qué se puede hacer al respecto en el ámbito de la psiquiatría.