
09 de December del 2025
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/gambling
Los juegos de azar y de apuestas generan daños significativos a nivel mundial: alrededor del 1,2 % de los adultos sufre ludopatía y hasta un 11,9 % de los hombres y un 5,5 % de las mujeres experimentan algún daño relacionado. Los ingresos del sector podrían alcanzar los USD 700.000 millones en 2028, impulsados por el uso de teléfonos inteligentes. Las consecuencias incluyen pobreza, enfermedades mentales, suicidio, violencia doméstica, delitos financieros y corrupción.
La digitalización y la publicidad intensiva han normalizado estas prácticas, mientras operadores sin licencia facilitan el acceso a juegos de alto riesgo desde cualquier lugar. El impacto también afecta a terceros: por cada jugador de alto riesgo, unas seis personas cercanas sufren consecuencias.
Los factores de riesgo incluyen situaciones de vulnerabilidad emocional, pobreza, discriminación y exposición a publicidad. La ludopatía se caracteriza por pérdida de control, prioridad excesiva del juego y continuidad a pesar de consecuencias negativas. Los daños pueden presentarse incluso sin cumplir criterios clínicos.
Las medidas de prevención más eficaces son prohibir la publicidad, regular estrictamente a los operadores, imponer límites obligatorios de pérdidas, crear registros universales de cuentas, controlar la disponibilidad y promover sistemas de autoexclusión obligatorios. El tratamiento más efectivo es la terapia cognitivo-conductual; sin embargo, pocas personas buscan ayuda debido al estigma.
Los intereses económicos del sector dificultan la regulación y las políticas públicas. A nivel global, los juegos sin licencia representan un desafío, por lo que se requiere cooperación internacional. La OMS insta a regular el sector, reducir la estigmatización y desarrollar mejores herramientas diagnósticas para proteger la salud pública.
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