Es una enfermedad que desgasta mucho a quien la padece, puesto que la persona se agota por el control excesivo y la pérdida de tiempo que puede conllevar.
Existe una noción muy extendida de que ciertos tipos de alimentos, específicamente los postres, los bocadillos azucarados y las bebidas, son adictivos.
Las personas estigmatofílicas no sólo gustan de los tatuajes y perforaciones de una persona del otro sexo por el hecho de que luzca genial o sexy, sino que sienten excitación sexual hacia estas marcas en la piel.
La cocaína es una sustancia psicoactiva muy adictiva que se extrae del arbusto de la coca del género Erythroxylum. Tiene un poder adictivo muy alto y se estima que un 21% de la gente que la prueba será dependiente de ella en algún momento de su vida.
La tricofagia o síndrome de Rapunzel es un trastorno extraño, singular y muy poco frecuente. Las personas que padecen este trastorno tienen la seria urgencia de comer cabello sin parar.
El consumo de este opioide puede generar adicción a muy corto plazo y, a menudo, sobredosis. Hecho que pone en grave peligro la vida de quienes la consumen.
La adicción a la televisión es una dependencia excesiva y nada saludable de la televisión en sentido general. La persona que la padece, obtiene placer en un comportamiento repetitivo de la misma, afectándole este hecho en todas las facetas de su vida.
Hay quienes aseguran “no poder funcionar” sin una taza de café bien cargado a primera hora de la mañana para entrar en sincronía con la rutina diaria. Pero ¿qué ocurre cuando los amantes de la cafeína pasan por alto su dosis cotidiana para emprender la jornada?
Consumir con desenfreno parece ser una de las principales consignas del siglo XXI. Los persuasivos mensajes publicitarios, la insatisfacción personal o el simple afán de poseer pueden llevarnos a la adicción al consumo, un trastorno de la conducta que requiere un abordaje psicológico serio.
1.8k SHARES 3.6k Visto Facebook Twitter Whatsapp ¿Comer papel higiénico se puede convertir en una adicción?, Comer papel higiénico es una actividad muy poco común, así que generar una adicción en torno a ello es poco probable. No obstante, considerando la peculiaridad del ser humano, vale la pena examinar si en efecto esto es posible.
Trabajar en exceso sin obligación explícita de ello no sólo es contraproducente para tu salud, sino que además esconde una auténtica adicción.
El abuso de drogas en la adolescencia puede tener una gran repercusión en la vida de tu hijo. Averigua cómo ayudar a tu hijo adolescente a tomar decisiones saludables y evitar el consumo de drogas.
La adicción al sexo es una conducta que el paciente no puede controlar y afecta a su comportamiento sexual, provocándole dependencia y abstinencia. La adicción al sexo también se conoce como Trastorno Compulsivo Sexual.
Son jóvenes, menores de edad en muchos casos, y ya tienen en su historia deudas que ascienden a miles de euros a causa de las apuestas deportivas y los casinos online. Las empresas dedicadas a este tipo de apuestas no han dejado de crecer en los últimos años; y con ellas, las personas adictas a estos juegos online. Hoy hablamos sobre cómo este fenómeno se ha convertido en la puerta de entrada a la ludopatía de los más jóvenes.
Difícilmente podemos concebir nuestro mundo sin Internet. Es una herramienta que ha revolucionado muchas áreas de nuestra vida. Si bien los aspectos positivos son innegables, existen otros negativos que surgen cuando las personas se enganchan a la red como forma primaria de satisfacción de sus necesidades.
Investigaciones recientes están demostrando que los alimentos del tipo de las denominadas como comida basura, comida chatarra o comida de cafetería - que poseen un alto contenido en azúcares, grasas y sal - poseen un efecto adictivo similar al producido por la cocaína.
Reducir los refrescos de tu dieta es una forma rápida de mejorar tu salud y perder peso, pero eso probablemente ya lo sepas.
A los que padecen potomanía, pecan por exceso e ingieren demasiado líquido.
Las adicciones a sustancias tóxicas son enfermedades crónicas que afectan al cerebro y a la conducta, caracterizadas por la dependencia a una o varias drogas nocivas para el organismo, en este caso al alcohol.
El trastorno alimentario compulsivo no es lo mismo que la bulimia. A diferencia de la bulimia, si usted tiene un trastorno alimentario compulsivo, no vomita ni intenta otras maneras de deshacerse de las calorías. Pero podría intentar limitar la cantidad de comida que come entre los atracones.