Los opioides, a veces llamados narcóticos, son un tipo de medicina. Incluyen fuertes analgésicos recetados, como oxicodona, hidrocodona, fentanilo y tramadol. La heroína, una droga ilegal, también es un opioide.
El GHB es un potente depresor del sistema nervioso central que inicialmente puede producir sensación de bienestar y euforia. Es conocido también como “éxtasis líquido”, aunque sus efectos tienen poco que ver con el éxtasis, que es un estimulante y no una droga depresora como el GHB
existen en el mercado sustancias psicoactivas de reciente aparición que se conocen genéricamente como nuevas drogas, drogas de diseño o drogas “legales”.
El uso indebido de la metanfetamina en forma prolongada tiene muchas consecuencias negativas, incluida la adicción, que es un trastorno crónico y recurrente caracterizado por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas y acompañado de cambios funcionales y moleculares en el cerebro.
La “mona” o “chemo” es una de las sustancias que están consumiendo los adolescentes, indica una investigación realizada por el Congreso de Jalisco en la pasada Legislatura.
Cuando un medicamento no se toma de la manera en la que debe ser usado y una persona es adicta a él, el problema se llama trastorno de abuso de medicamentos recetados. Las personas que presentan este trastorno toman drogas porque los químicos de los medicamentos tienen efectos psicoactivos. Psicoactivo significa que tiene un efecto en la forma en la que trabaja el cerebro. En resumen, los fármacos se usan para drogarse.
¿La ayahuasca y sus peligros? Sus defensores dicen es más que una droga, y quienes la han consumido aseguran que realmente se trata de una medicina ancestral que ayuda a superar traumas y depresión —entre otros achaques emocionales— y que más allá de sus efectos lisérgicos, funciona como una auténtica terapia.
Las anfetaminas son drogas. Pueden ser legales o ilegales. Son legales cuando las receta un médico y se utilizan para tratar problemas de salud tales como obesidad, narcolepsia o trastorno de hiperactividad por déficit de atención (THDA). El uso de anfetaminas puede conducir a la adicción.
El clonazepam se utiliza solo o en combinación con otros medicamentos para controlar ciertos tipos de convulsiones. También se utiliza para aliviar los ataques de pánico (ataques repentinos e inesperados de miedo extremo y preocupación por estos ataques). El clonazepam pertenece a una clase de medicamentos llamados benzodiacepinas. Su acción consiste en reducir la actividad eléctrica anormal en el cerebro.
La administración de esta sustancia química es común en el ámbito hospitalario con el fin de aliviar el dolor físico tras una operación o un padecimiento de gran intensidad. Al ser un elemento tan potente, es habitual que, si se toma de forma frecuente, el paciente acabe por desarrollar un vínculo de dependencia. Hoy te explicamos los síntomas y las consecuencias de una adicción a la morfina.
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