La búsqueda de la felicidad a través de la estética y el gozo que se experimenta tras un cambio de imagen pueden llevar a una persona a obsesionarse con la cirugía plástica. Pero…¿Cómo saber diferenciar al paciente sano, del adicto o el dismorfofóbico?
Adicción y muerte. Esta es la cara oculta de la cafeína. Aunque la dosis tóxica o letal se encuentra en la ingesta de varios gramos, ya hay investigaciones sobre muertes asociadas al consumo de bebidas energéticas.
"Me lo pasaba tan bien que se me iba el día entero sin darme cuenta. Si estaba 20 horas o más frente a la pantalla del ordenador era como si hubieran pasado veinte o treinta minutos". La cara de Daniel, de 17 años, se ilumina al recordar su vida anterior a junio, cuando sus padres —asesorados por el orientador del instituto al que ya nunca acudía— le obligaron a ir a una terapia para atajar su 'adicción' a Internet.
Según un estudio, más que el tiempo que pasan los niños frente a aparatos electrónicos, los perjudica el tipo de plataforma en que lo hacen. Decidir cuánto tiempo puede pasar un niño o adolescente frente a una pantalla se ha vuelto un tema tan relevante para las familias como decidir en qué colegio va a estudiar.
La historia se repite todas las mañanas para millones de personas alrededor del mundo. Independientemente de la rutina a enfrentar, ya sea prepararse para ir a trabajar o llevar a los niños a la escuela, el día no puede comenzar sin una taza de café que permita contar con esa indispensable dosis extra de energía.
Practicar deportes de riesgo o exponerse a situaciones comprometedoras con cierta regularidad son comportamientos típicos de lo que se ha dado a llamar adicción a la adrenalina, una hormona relacionada con el estrés y el peligro. Pero, ¿se puede hablar de adicción?
Comer otra porción de torta o un chocolate más es muy tentador, aunque sepamos que sería más saludable no hacerlo. ¿Pero qué impulsa este antojo por el dulce?
Posiblemente pensamos que no pasa nada, que es normal comer cada que nuestra mente nos lo pida. Probablemente sigamos considerando que es recurrente que la adicción a la comida no sea una enfermedad mental sino un estado habitual cuando estamos deprimidos o contentos. En ese caso, entonces, estamos subestimando de manera tremenda a una enfermedad mental, diagnosticada ya por el Instituto Nacional de Psiquiatría.
Compra y sé feliz. He aquí el problema. Una sociedad materialista empeñada en señalar que el camino hacia la felicidad es el consumo, sumado a la facilidad y rapidez del comercio ‘online’, ha desencadenado lo inevitable: el auge de las compras compulsivas, un trastorno que, aunque aún no ha llegado al vademécum de la salud mental (el DSM5), es considerado como tal por los expertos. Susana Jiménez Murcia, responsable de la Unidad de Juego Patológico del Hospital Universitario de Bellvitge, departamento de referencia en la ludopatía y otras adicciones, lanza la voz de alarma: “Los datos son preocupantes, sobre un 6% de la población sufre compra compulsiva y en los jóvenes y adolescentes el porcentaje ha subido ¡hasta el 30%!”. Hay que echarle el freno, pues, a este mundo que “prestigia la posesión” antes de que ese espectacular incremento en la franja juvenil lo convierta en pandemia.
las personas que se auto lesionan lo hacen como consecuencia del padecimiento de alguna enfermedad o trastorno como el obsesivo compulsivo
La auto foto se ha convertido en la mejor forma de gritar al mundo: “Sí, existo. Me encuentro genial y además soy la mar de atractivo…”.
No podemos vivir sin comida, literalmente. Por desgracia, determinadas personas tampoco pueden vivir sin comida en su significado más metafórico. Son dependientes y los riesgos que esto tiene son mayúsculos
(CNN) — La cantidad de sueño recomendada para los adultos es de seis a ocho horas por noche. Dormir más de esas horas se asocia con un mayor riesgo de muerte y enfermedades cardio vasculares, según un estudio mundial publicado en el European Heart Journal.
¿No puedes dejar de pensar en el trabajo cuando estás de vacaciones? Cuidado con la adicción al trabajo.
Los mexicanos pasan 42% más de su tiempo en redes sociales como Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram, YouTube y Google desde que iniciaron las medidas de aislamiento social ocasionadas por el Covid-19, según un estudio realizado por Nielsen Ipobe
"La auto medicación y el consumo de fármacos son ya un problema de salud pública en el país".José Posada Villa, asesor del Ministerio de Protección de Colombia.
Normalmente cuando se habla de anorexia se piensa que solo son las chicas quienes la padecen, pero también hay chicos que pueden padecerla. La anorexia puede afectar cualquier sexo en la adolescencia. Por eso hay que tener especial cuidado en esta etapa donde los cambios que presentan los hijos pueden ser demasiado drásticos y hacer sospechar que algo no marcha bien. Si empiezas a sospechar que tu hijo o hija empieza a tener conductas extrañas y podría ser anoréxico o anoréxica, no te centres en reñirle o castigarle ya que esto solo agravará el problema. Es esencial que si esto ocurre empieces manteniendo una charla calmada sobre la posible existencia de un problema que te preocupa y que quieres ayudarle.
Hoy en día, resulta extraño ver a alguien sin un teléfono móvil en la mano, este instrumento se ha convertido en una herramienta indispensable en nuestra sociedad actual. Sin embargo, el uso continuado del teléfono, ya sea por mandar demasiados mensajes, utilizar en exceso las redes sociales o estar todo el día realizando llamadas, puede desencadenar en una seria adicción.
Una última encuesta de Malasmadres, realizada a 10.000 sujetos, indica que el 86% de las mujeres se sienten apáticas, tristes y desmotivadas.
"Como hagas eso, te dejo", "Si me quisieras de verdad, no lo harías", "Si me hicieras caso, esto no habría pasado"..., estas son algunas de las frases que evidencian el chantaje emocional en la pareja. Se trata de una forma de manipulación psicológica que muchas personas utilizan para que su pareja actúe o haga lo que ella quiera sin tener en cuenta en ningún momento las necesidades o deseos de la otra persona. Tras este comportamiento manipulador, suelen encontrarse personas con baja autoestima, inseguridades, miedo al abandono, baja tolerancia a la frustración, dependencia emocional, etc.