05 de enero del 2021
Ya sea que la morfina se use de acuerdo a las recomendaciones de un médico o que se abuse de ella, de cualquiera de las dos formas puede llegar a volverse muy adictiva rápidamente. El problema es que nadie sabe a ciencia cierta cuándo se convierte en adicto a la morfina. Una persona puede decidir empezar a consumir morfina de forma recreativa y luego no ser capaz de dejar de consumirla.
El cuerpo se habitúa rápidamente a la presencia de opiáceos. Según la Fundación Nacional del Dolor, el cuerpo promedio se acostumbra a la presencia de opiáceos en un plazo de dos semanas de estar consumiéndolos. En ese punto, los efectos creados por el ansia de drogas pueden llevar a una persona a consumir de nuevo más morfina.
Al igual que con otros opiáceos, la morfina provoca una respiración lenta y baja frecuencia cardiaca, estar dopado, estreñimiento, euforia y picores. Un exceso de morfina puede producir pérdida del conocimiento, paro cardíaco, asfixia debido a la falta de respiración, coma, y muerte.
Cuando se dejan de consumir opiáceos como la morfina, los efectos de esta retirada incluyen no sólo esos síntomas de enfermedad causados por la droga, sino también fuertes ansias por más cantidad de la droga. Estas ansias anulan la capacidad de uno para tomar decisiones racionales. La persona puede haber adquirido más drogas incluso antes de saber lo que pasó.
Si una persona consume demasiada morfina, los peligrosos efectos de una sobredosis incluyen piel fría y pegajosa, presión sanguínea baja, pulso lento e incluso coma y la muerte.
Si no puede obtener más morfina, se van a experimentar efectos desagradables, que serán ser síntomas de enfermedad causados por la retirada; también se conoce a esto como dopesickness. Esto significa náuseas, vómitos, calambres musculares y dolores, escalofríos, sudoración, inquietud e irritabilidad. También hay espasmos musculares, diarrea, ansiedad, insomnio y depresión severa. Puede ser un período de tiempo miserable, pero hay una manera de hacer que este proceso sea más tolerable.
Cuando una persona usa el programa Narconon de rehabilitación de drogas y alcohol para su recuperación de la adicción a los opiáceos, los efectos que experimenta durante el periodo de abstinencia pueden ser los más tolerables por los que él haya tenido que pasar alguna vez. Hay varias clases de apoyo que se da a cada persona que pasa por la retirada para aliviar los efectos.
Tan pronto como cada persona se presenta en la puerta, se les da generosas dosis de suplementos nutricionales, tales como complejo B, vitamina C, calcio y magnesio. Debido a que la drogadicción destruye los nutrientes del cuerpo, el hecho de suministrar los suplementos nutricionales, comienza a manejar los déficits y alivia algunas de las molestias. El calcio y el magnesio calman los espasmos y calambres.
También se ayuda a cada persona a centrarse en la recuperación y en el futuro más que en el dolor y en las pérdidas del pasado. Los ejercicios simples de relajación ayudan a mejorar la perspectiva de una persona y su estado de ánimo. Procesos de orientación ayudan a una persona a recuperarse del estrés y de la ansiedad, del estilo de vida propio del adicto, y ayudan también al proceso de iniciar la rehabilitación.