01 de febrero del 2013
Los médicos y el personal clínico pasan por alto los problemas relacionados con el alcohol en casi tres de cada cuatro pacientes porque no hacen revisiones del comportamiento y optan por seguir sus corazonadas para encontrar el problema, según un estudio publicado esta semana en la revista Annals of Family Medicine.
Los expertos dicen que hacer algunas preguntas a los pacientes acerca de sus hábitos de bebida puede llevar a intervenciones que podrían ayudarlos a modificar su comportamiento.
El estudio
Los investigadores querían descubrir qué tan bien identificaban los médicos los problemas de sus pacientes con la bebida.
Casi 1,700 adultos de 40 consultorios distintos respondieron cuestionarios al final de una consulta. En ellos se les preguntó sobre su estilo de vida, hábitos de bebida, como la frecuencia, número de tragos y si su forma de beber los ha puesto en peligro de salir lastimados o si ha provocado un accidente.
Cuando los médicos confiaban en sus corazonadas de que una persona no estaba bebiendo demasiado, pasaban por alto a casi tres de cada cuatro pacientes que habían presentado señales de tener problemas con el alcohol. Sin embargo, cuando sospechaban que existía un problema con la bebida, sus instintos solían estar en lo correcto.
“Este estudio proporciona pruebas de lo que muchas personas sabían: que los sistemas y las oficinas en verdad deberían desarrollar una forma de efectuar revisiones sencillas (acerca del consumo de alcohol) además de medir los signos vitales”, dijo Dave Mersey, médico familiar de Tucson, Arizona.
Lo principal
Aunque el Grupo de Estudios de los Servicios Preventivos de Estados Unidos recomienda efectuar pruebas de consumo de alcohol, normalmente no forman parte de los servicios médicos primarios de rutina, de acuerdo con Mersey.
Cuando los médicos no logran identificar estos peligrosos hábitos se pierde la oportunidad de ayudar al paciente a cambiarlos. En estudios anteriores se ha demostrado que cuando los médicos de la familia identifican el problema y luego ofrecen sesiones breves de terapia, los pacientes tienen más probabilidades de reducir el consumo de alcohol.
“Espero que gracias a estudios como este, los médicos entiendan y digan: ‘Creo que debería empezar a hacer revisiones’. No es algo tan difícil de hacer”, explica Daniel Vinson, autor del estudio y profesor de Medicina Familiar y Comunitaria en la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri.
Consumo nocivo
El Instituto Nacional para el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de Estados Unidos (NIAAA, por sus siglas en inglés) describe que se bebe en exceso o en forma peligrosa si se toman más de 14 vasos a la semana en el caso de los hombres y más de siete en el caso de las mujeres. En cuanto al consumo diario, cinco o más bebidas en el caso de los hombres y cuatro o más en el caso de las mujeres se consideran un exceso. Este tipo de consumo propicia muchas enfermedades como hipertensión, enfermedades hepáticas y cáncer de seno o de esófago.
Beber de forma responsable
Si bebes, hazlo responsablemente. Bebe despacio y asegúrate de comer suficiente mientras consumes alcohol . Evita por completo el alcohol si planeas conducir, tomar medicamentos, si tienes una enfermedad que puede agravarse con el alcohol, si estás embarazada o planeas embarazarte.