Múltiples factores confluyen en este hábito peligroso y que puede tener consecuencias negativas. Cada vez son más las personas que recurren, por sus propios medios, a la toma de un medicamento con el objetivo de tratar un dolor o contrarrestar una molestia.
Hay cinco clases principales de drogas que pueden cambiar tu estado de ánimo o el modo de comportarte. La mayoría de estas drogas están contempladas en una ley irlandesa llamada “Misuse of Drugs Act” (Ley del consumo indebido de drogas). Se conocen como ‘drogas controladas’ y se clasifican en diversos grupos llamados programas.
La automedicación se define como el consumo de medicamentos sin la intervención de los profesionales de la salud. Se calcula que entre el 10 y el 30 % de la población se automedica, y de ese porcentaje, el 70% suele ser víctima de reacciones no deseadas.
Las drogas han estado presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad, pero ha sido en los últimos años cuando sus efectos sobre los que las consumen han provocado una mayor atención por parte de la población.
La cafeína se utiliza en un gran número de productos que consumimos. La puedes encontrar en el café, té, refrescos, chocolate, y varios tipos de medicamentos. Más del 80 por ciento de la población de la Tierra come, bebe o consume cafeína a diario.
El alcohol es la sustancia más utilizada por los niños y adolescentes en los Estados Unidos, y su uso en la juventud se asocia con las causas de muerte predominantes y las lesiones graves a esta edad.
A veces dicen que la cafeína es buena y otras que es mala, pero dado que muchos sentimos que no podemos vivir sin una taza de café o té, BBC GoodFood le pidió a la nutricionista Jo Lewin que revisara las recomendaciones y efectos de esta droga psicoactiva.
Esta enfermedad la padecen gobiernos, partidos y candidatos. Puede padecerla también cualquier persona que esté en el poder así como quien pretenda ascender al mismo o perpetuarse en un cargo en el gobierno o en un partido político.
La automedicación es la utilización de medicamentos por iniciativa propia sin ninguna intervención por parte del médico (ni en el diagnóstico de la enfermedad, ni en la prescripción o supervisión del tratamiento).
Podría hablar durante horas sobre mi amor por la Coca-Cola. Creo que una comida cualquiera es definitivamente mejor si se acompaña con una coca bien fría y que lo imposible se vuelve posible después de sentir su dulce ímpetu en las papilas gustativas.
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