Las personas que consumen cocaína con regularidad tienen un alto riesgo de enfermedad coronaria, según señala un estudio, publicado en el 'Journal of Addiction Medicine', realizado por investigadores nortemericanos que, además, demuestra que dejar de consumir o reducir el consumo de cocaína puede revertir el proceso de aterosclerosis coronaria producida por esta droga.
Un estudio publicado en “The Lancet Global Health” presenta unas primeras aproximaciones de las estadísticas a nivel global de consumo de alcohol, alrededor de un 10%, y sería esta la causa de que cada año unos 119.000 bebés nacieran con el síndrome alcohólico fetal.
Un grupo de expertos identificó los mecanismos neuronales que generan este comportamiento en ratones y demostraron que los componentes fundamentales de los circuitos de la alimentación en el cerebro, ubicados en el hipotálamo, también son activados por el alcohol.
El consumo de alcohol en menores de edad, el uso de internet en general y de las redes sociales en particular y los horarios de salidas, son las principales preocupaciones de los padres y madres.
14 años es la edad con los mayores porcentajes en el inicio del consumo de sustancias entre ellas la marihuana y el alcohol en un 70 por ciento.
Una nueva investigación confirma la relación directa entre el consumo de alcohol y el riesgo de contraer cáncer de próstata. Beber dos vasos de alcohol por día aumenta el riesgo un 8 por ciento, 6 vasos diarios un 14 por ciento y más de 6 vasos al día un 18 por ciento. Otro estudio detecta que la agresividad del cáncer de próstata está descendiendo en USA.
Sostienen que es fundamental la prevención por parte de los padres.
Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) han constatado que el consumo abusivo de alcohol eleva el riesgo de infarto de miocardio y otros problemas cardiovasculares.
Cualquier dependencia o adicción al juego, el tabaco, el alcohol o las drogas "limita, lastima y disminuye" a quien la padece.
Investigadores ingleses han realizado un estudio que evidencia una asociación entre el consumo de cannabis y el riesgo a desarrollar esquizofrenia, no obstante han advertido de que es necesaria una mayor investigación sobre los vínculos entre la salud mental y las drogas ilícitas.
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