Las pastillas y yo
Kanda es artista visual y dicta talleres a niños y jóvenes. Desde hace algún tiempo, sobrelleva una depresión y el año pasado le diagnosticaron Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Toma sertralina y atomoxetina. A veces no ha podido encontrarlas en los servicios de salud y ha tenido que buscarlas en farmacias privadas. Kanda dice que ha logrado sentirse mejor con ella misma a partir de poner límites a situaciones que la violentaban, priorizar su tranquilidad emocional, valorarse en su diversidad, hablarse con compasión y ayudar a otras personas que pasan por experiencias similares. A veces, las pastillas son como los lentes de medida que te ayudan a mirar mejor. También se rayan y hay que cambiarlas. Las pastillas no son la cura, pero me ayudan a salir adelante. Solas no hacen efecto porque la medicina es integral. Por eso hago terapia con mi psicóloga y trato de ser constante. Ahora evito situaciones que sé que son desencadenantes de [mi depresión] u otras que son dañinas, tóxicas, agresivas y violentas”. Kanda, 33 años.