El alcohol destruyo mis metas de vida

Mi nombre es Alejandro y quiero compartir mi testimonio sobre mi batalla contra el alcoholismo desde una edad temprana. Cuando era adolescente, el alcohol parecía ser la puerta de entrada a la diversión y a la aceptación social. A medida que mis amigos y yo nos adentrábamos en la secundaria, comenzamos a experimentar con las bebidas alcohólicas, pensando que era solo algo inofensivo, un rito de paso hacia la madurez.

Al principio, beber era solo un juego, una forma de escapar de la presión académica y social. Sin embargo, sin darme cuenta, me encontré cada vez más dependiente de esa sensación de euforia que solo el alcohol me proporcionaba. Lo que comenzó como una actividad ocasional se convirtió rápidamente en una necesidad diaria.

Mis relaciones personales comenzaron a desmoronarse a medida que el alcohol se apoderaba de mi vida. Mis amigos y familiares se preocupaban por mí, pero yo simplemente no podía dejar de beber. Sentía una poderosa atracción hacia esa sensación de embriaguez, y me volví completamente incapaz de controlar mi consumo.

El alcoholismo afectó cada aspecto de mi vida. Mi rendimiento académico sufrió, mi salud empeoró y mis metas y sueños se desvanecieron en la neblina del alcohol. Me encontraba en un estado constante de angustia y aislamiento, desesperado por encontrar una salida de este infierno autoinfligido.

Finalmente, llegó un punto de quiebre. Me di cuenta de que debía tomar las riendas de mi vida y buscar ayuda. Fue un camino difícil, pero con el apoyo de profesionales de la salud, terapia y el amor incondicional de mi familia, comencé a reconstruir mi vida.

Hoy, puedo decir que estoy en proceso de recuperación. Aprendí a enfrentar mis miedos y lidiar con las emociones sin depender del alcohol. Cada día es un desafío, pero estoy comprometido a mantenerme sobrio y recuperar todo lo que perdí durante mi adicción.