Testimonios de Trastornos Compulsivos.
Recuerdo que desde que era niño venían a mi mente pensamientos ajenos a mis valores. Pensamientos blasfemos sobre Dios. Miedos. ¿Qué tal si Dios no me perdona? ¿Qué tal si pasa algo malo por algo que hice? ¿Qué tal si no estoy lo suficientemente limpio? Y un gran número de "¿Qué tal si…?". Y además, las compulsiones. Limpiar, ordenar, corregir, controlar, orar de forma obsesiva, etc.
Todo esto, incluso a veces sin darme cuenta me quitaba libertad, tiempo, salud, y muchas otras cosas que son importantes para mí.
No fue sino hasta un momento crítico en mi vida casi adulta en el que me di cuenta de que necesitaba ayuda profesional. Se confirmaron las sospechas de que padecía de TOC y comencé a recibir ayuda terapéutica y médica. A pesar de todo, algo faltaba. Me ausentaba demasiado del trabajo, de mis actividades religiosas, y mis relaciones interpersonales también sufrían demasiado.
Hace poco más de un año inicié mi tratamiento en TOC México. Debo admitir que no siempre fue fácil, sobre todo al principio. Pero valió totalmente la pena. Había tanto por aprender y por desaprender y requirió tiempo y esfuerzo. La terapia de exposición y respuesta me dio muy buenos resultados, junto con varias herramientas que aprendí y que me siguen siendo de mucha ayuda hoy en día.
Ahora mi vida es muy diferente de como era hace poco más de un año. Me siento cada vez más libre para seguir logrando metas y objetivos en mi vida.
Agradezco muchísimo a Enrique Martínez, quien me atendió siempre de lo mejor, me tuvo paciencia y me apoyó en todo mi proceso terapéutico. A Tania Pérez por acercar y hacer disponible el tratamiento y hacerlo de una manera tan profesional y humana. De todo corazón gracias tanto a ellos como a todo el equipo de TOC México.