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Creando estilos de vida sanos

No poder dormir... Lo peor que me ha pasado

Desde niña padecía de insomnio, sobre todo cuando tenía alguna preocupación; me ponía muy mal, angustiada, pensando cómo resolver aquello que no podía solucionar. Igual me pasaba cuando al día siguiente tenía que enfrentarme a un examen o a una cita médica, o si estaba emocionada por algo que iba a vivir, por ejemplo, la noche antes de salir de la primaria. Imaginaba muchas cosas negativas que podrían suceder, me atormentaba sospechar que todo podía salir mal. Todos esos pensamientos me quitaban el sueño y daba vueltas y vueltas en la cama.

No podía conciliar el sueño cuando veía alguna película de terror, ya que todas esas imágenes pasaban por mi mente y no lograba descansar. Cuando me enojaba con mi mamá y peleábamos, yo me sentía culpable. Entonces me sentía culpable ya que me recriminaba todo lo que había pasado y comenzaba a sentirme muy mal; yo no podía perdonarme y me la pasaba pensando cómo iba a componer todas las cosas. Otra de las causas de mi insomnio eran las exigencias. Es decir, si yo caía en situaciones de demandarme a mi misma que todo me saliera perfecto, aunque yo estuviera muy cansada, yo no me iba a dormir con tal de terminar la tarea o algún trabajo.

Así pues, el insomnio fue el síntoma que se derivaba de muchas de las situaciones de mi vida: exigencias, miedos, culpas, preocupaciones y otras emociones.

Antes de llegar Neuróticos Anónimos pasé nueve meses sin poder conciliar normalmente el sueño. Tomé pastillas para dormir y aunque me excedía en la dosis señalada por el médico no lograba dormir. Recurrí a limpias de todo tipo y nada me sanaba.

El día que llegué a la agrupación de Neuróticos Anónimos, llegué con mucha angustia por no poder dormir y otras situaciones más. De manera paulatina fui participando de la terapia grupal y comencé a dormir: primero fueron minutos de sueño y luego horas hasta poder conciliar el sueño normalmente. Me parecía increíble que, por mi manera de ser, yo me había enfermado tanto.

El día de hoy disfruto de un sueño normal, no tomo medicamento para dormir. La terapia me devolvió la tranquilidad.