Todavía Estaremos Aquí
Durante más de 15 años negué ser una comedora compulsiva. Creía que mi problema era que no podía sostener una dieta. Nada más.
Pasé años alternando entre comerme todo y hacer dietas restrictivas. Probé la dieta de la sopa, de la luna, la dieta disociada, dieta proteica, auriculoterapia, usé plantillas que prometían hacerte adelgazar mientras caminabas, dietas de 600 kcal, dietas de 1200 kcal. El resultado: bajaba 10 y subía 15. En un verano llegué a aumentar cuatro talles de pantalón.
Muchas veces comí alimentos congelados porque no podía esperar que se descongelaran al bajarlos del freezer, alimentos quemados por querer descongelarlos rápido; llegué a pasar el día a frutas para luego comer todo lo que podía, vomitarlo y volver a comer hasta no dar más.
Años de muchísimo dolor, frustración, aislamiento y desprecio por mí misma.
Llegué a Overeaters Anonymous desesperada buscando que me ayuden a mantener una dieta más. OA no era parecido a nada de lo que conocía. No había balanzas, dietas, platos prohibidos o permitidos; pero sí había personas que compartían su experiencia de la forma más honesta que había escuchado, personas que escucharon mi historia amorosamente, sin juzgarme.
OA no es un club de dietas y calorías. OA para mi es una escuela de vida y en cada reunión me siento en casa. Hace 3 años que formo parte de este maravilloso programa y puedo decir que me cambió la vida. No es mágico, es real, amoroso y funciona.