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Creando estilos de vida sanos

Testimonio personal sobre el Trastorno de Ansiedad Generalizada

 

Mi experiencia personal

No podría decir cuál fue mi primera experiencia con la ansiedad. Lo que sí recuerdo es que desde que era una cría e incluso antes de comenzar a entender el significado de muchas cosas, mi cabeza no se mantenía quieta.

Siempre tenía algo en mente, algo relacionado con lo que estaba viviendo. Me costaba concentrarme en mis tareas, no disfrutaba de los tiempos de los descansos porque siempre pensaba que llegaría tarde a las clases y tenía miedo de no oír el timbre y que mis profesores me regañasen.

A medida que fui creciendo y que mis problemas iban en aumento, el desarrollo de estos pensamientos se agravó. Fueron surgiendo otras cuestiones que me impidieron disfrutar debidamente de mis relaciones personales y de mis “éxitos” tanto como estudiante o como profesional.

A los 15 años fue la primera vez que me llevaron al neurólogo. Como es normal, al final esta situación también afecta a la ansiedad de los padres. En este caso los míos se encontraban angustiados ya que pensaban que no era normal que tuviese siempre tantos problemas para conciliar el sueño. Pero, claro, no era “habitual” que una persona tan joven tuviera ansiedad, así que no me la diagnosticaron hasta más tarde. Lo que sí pudieron percibir es que sufría insomnio.

A medida que fui creciendo experimenté otros síntomas. Dos de las peores anécdotas que recuerdo tuvieron relación con las fobias y con los ataques de pánico.

Durante un verano, desarrollé fobia al mar, situación que me resultó horrible ya que el mar es algo que me apasiona. ¡Tenía pavor de acercarme al agua! Curiosamente, en ese mismo verano, experimenté algo que podría definir como “morir”. La presión en el pecho me ahogaba, las manos no dejaban de temblarme y mi cerebro solo podía vislumbrar como una especie de pantalla negra. No era capaz de hacer nada, de actuar, casi ni de gritar. Caminaba en círculos, esperando que todo pasase. Llegué incluso a pensar que era imposible salir de ahí.

Actualmente soy muy consciente de quién soy y de cuáles son las situaciones por las que podría llegar a pasar. Aunque no lo parezca, he encontrado una forma de hacer más llevadera mi vida con ansiedad. Entre otras cosas, he iniciado una terapia psicológica, practico rutinas deportivas y gestiono diversas maneras de expresar mis sentimientos evitando, en cierta parte, que lleguen a estallar de una u otra forma.

Por todo esto, quiero hablarte de lo que es la ansiedad y el TAG, porque nadie está solo en esto y es probable que, aunque no lo padezcas, alguien de tu círculo cercano sí se haya visto afectado por la ansiedad.

¿Qué es el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)?

El TAG es una de las muchas formas que tiene la ansiedad de manifestarse. Se caracteriza por ser un estado constante de alerta que se presenta en tus actividades diarias normalmente en forma de preocupaciones.

Esta preocupación exagerada, a la par que en ocasiones difícil de controlar, suele conformar otros estados y otras formas de ansiedad que pueden generarse en las personas que la padecen: ataques de pánico, estrés, etc.

A modo de ejemplo práctico y sencillo sobre cómo puede llegar a manifestarse el TAG en un día cotidiano y haciendo alusión a mi propia experiencia, podría ser lo que me ocurrió en una ocasión. Tenía que imprimir un documento en una papelería y el establecimiento que conocía y al que quería ir se encontraba cerrado. Esa circunstancia me descolocó y me molestó. En ese momento pensé: ¿Qué hago ahora?, ¿Y si no me da tiempo a entregarlo?, ¿Y si no hay ninguna papelería cercana?, ¿Por qué no he tenido esto en cuenta antes?, etc.

Si sufres ansiedad generalizada es muy probable que todas estas ideas pasen por tu cabeza. Sin embargo en cualquier otra ocasión pensarías: “Bueno, no pasa nada,  tendré que buscar otra”. No se trata de calmarse o no, porque estas situaciones son difíciles de controlar. Así que, si conoces a alguien que pueda sufrir esto o incluso si te ha ocurrido a ti en alguna ocasión, no pienses que es algo que has elegido y que puedas gestionar de manera adecuada desde un primer momento.