De adicto a rehabilitado: los testimonios más duros de la cocaína
Antonia y Diego son un matrimonio que a punto estuvo de romperse por las drogas. Desde que era joven Diego fumaba tabaco y pasó rápidamente al hachís, al que sustituyó por el alcohol cuando hizo el servicio militar. Un día, trabajando, unos compañeros le ofrecieron probar la cocaína. Le invitaron varias veces más, hasta que el traficante en cuestión le exigió dinero.
Así empezó el calvario que esta pareja relata en un nuevo programa de Sin Filtros. Bajo el título ‘Soy adicto’, el reportaje hace un recorrido sobre varios testimonios de personas que vivieron una temporada atadas a las drogas y que ahora han conseguido pasar página.
El vídeo también recoge el relato de Manolo, un enfermo politoxicómano que ahora se dedica a ayudar a las personas a encontrar el camino que él encontró. Explica que la gente acude a la asociación “tocando fondo”, cuando ya lo han intentado mil veces por su cuenta. “Viven una vida penosa, sumisa”, asevera. “En terapia nos sostenemos los unos a los otros, pero la rehabilitación es independiente de cada uno”, reconoce Manolo.
El deporte también es otra de las terapias que se utilizan para superar una adicción. “La competición es muy importante porque te ayuda a superarte a ti mismo y eso es lo que te ayuda a vencer tus adicciones”, explica Jaime Cantos, entrenador de Ana Belén Ibáñez, una joven de 22 años que está saliendo de una drogodependencia. Es una forma de desahogarte sin llegar a dañar a nadie”, explica Ana Belén.
Probó su primer porro a los 14 años y reconoce que cuando lo normalizó fue ella quien introdujo el consumo en su grupo de amigos. No se siente culpable, pero admite que abrió unas puertas que para sus amigas estaban “completamente cerradas”. A los 16 empezó a fumar en su casa, y asegura que no probó otras sustancias porque descubrió las consecuencias de la drogadicción en su propia familia.
Andrés Luis Gato es el primo de Ana. “Perdí mi piso, mi mujer, mis hijos, la familia... dependía sólo de las substancias”, relata al equipo de Sin Filtros. Con 12 años fumaba tabaco, con 13, 14 y 15, fumaba porros y ya consumía cocaína. Ahora, varios años después, ha ingresado en rehabilitación y ha dejado sus adicciones para arrancar una nueva vida.
SIN FILTROS
MADRID