https://www.high-endrolex.com/17 Umbral
Creando estilos de vida sanos

"El estrés es una cuestión de hábitos, una adicción"

Concepçao tuvo hace casi 27 años una experiencia cercana a la muerte (ECM). A raíz de ese suceso, dejó su carrera profesional como experta en turismo y directora de una revista del sector, e inició un camino de autoconocimiento y de desarrollo personal a través de Chi Kung, Meditación Transcendental, Meditación Budista con el Dalai Lama y Rimpoches Tibetanos y otros estudios enfocados en el ser humano. Desde hace unos meses vive en Madrid.

¿Nos puede contar esa experiencia?

Tuve un embarazo de riesgo que me mantuvo en reposo los últimos meses tomando una medicina para relajar el útero. Después del nacimiento de mi hijo, me retiraron, antes de tiempo, el suero con el medicamento que hacía el efecto contrario. Comencé a sentirme muy débil y mareada, pulsé el timbre para pedir ayuda. Antes de que alguien me atendiera, alcancé a tocarme el cuello por detrás y comprobé que mis dedos estaban llenos de sangre. Inmediatamente después veo toda la habitación desde arriba, me observo a mí misma, e intento despertar a mi marido que duerme a mi lado. Me doy cuenta de que no estoy en mi cuerpo. A partir de ahí comienzo un viaje a gran velocidad por un túnel muy luminoso. Al final veo una luz fuerte, intensa, vibrante. Me fundo en ese océano de luz donde no hay dimensión, ni espacio, ni tiempo. Lo que percibo es una inmensa paz, quietud, unidad y un amor enorme. Todo es perfecto. Es difícil explicarlo. No hay palabras suficientemente precisas para describirlo.

¿Y después?

No quería regresar. En el cuerpo había dolor y sufrimiento. Cuando volví todo fue muy difícil. Era la misma físicamente pero no internamente. Hasta entonces era una persona de mente lógica, materialista y totalmente escéptica respecto a todo lo espiritual. Después de lo que me pasó, el mundo, tal como lo conocía, ya no tenía sentido. Me pasé seis o siete meses llorando porque no podía digerir ni entender lo que me había ocurrido, tampoco podía compartirlo con mi círculo de amistades y conocidos. Los médicos decían que tenía depresión posparto pero yo sabía que no era eso. Me recetaron pastillas para dormir y otras para despertar. Hasta que una mañana decidí ir con mi bebé a visitar a mi hermano mayor, que vivía en Oxford. Cuando me subí al avión me dije a mí misma que no tomaría una pastilla más. Desde por la mañana hasta por la tarde me dediqué, durante una semana, a pasear con mi hijo por los maravillosos bosques de esa ciudad. Encontré mucha paz y tranquilidad. Y es en ese entorno cuando veo claro que tenía que buscar maestros, estudiar filosofías y conocimientos que me ayudasen, por un lado, a comprender lo que me había pasado y, por otro, a encontrar una forma de vida y de estar que tuviera sentido para mí.

Y al cabo de varios años de recibir diversas enseñanzas y formación, crea en el año 2000 un modelo pionero de intervención de gestión de estrés en Portugal. Ha escrito también Manual de Gestão de Stress para Empresas y Gerir o Stresse em Tempo de Crise. ¿El estrés es su tema nuclear?

El estrés es un desequilibrio que hace infelices a las personas y que afecta en todos los ámbitos. Si uno lo pierde, acaba con su paz. Y sin paz interior no puede haber paz externa. Sé que regresé no solo para cuidar a mi hijo sino también para ayudar a las personas a recuperar el equilibrio.

¿Y en qué consisten sus programas de gestión de estrés?

En la primera sesión hacemos una evaluación de comportamiento y de síntomas físicos y emocionales. Hay muchas patologías que las personas tienen cuando están estresadas, como insomnio, falta de autoestima, problemas digestivos, caída de pelo... Calculamos también el tiempo que dedican a sus diferentes actividades. Mi papel no es apuntar a la persona con el dedo y decir «mira, es que haces esto mal o lo otro», sino ayudarla a que ella misma tome conciencia y sea capaz de autodiagnosticarse. Después de que ya se ha dado cuenta de lo que tiene que cambiar, le voy dando en las siguientes sesiones herramientas y ejercicios específicos según su historia vital, que incluyen ejercicios de Chi Kung, respiración, algún tipo de meditación, también de creatividad. Y les doy deberes para que vayan practicando las propuestas. Normalmente el estrés es una cuestión de hábitos. Se trata de ir cambiándolos poco a poco y de consolidar los nuevos para que la persona no vuelva a caer. Yo trato el estrés como dependencia. Hay mucha gente adicta al estrés.

¿Es una adicción?

El estrés al final es una cuestión de hormonas. Ante una situación exterior que podemos percibir como amenazante, el organismo contesta liberando la hormona del estrés. Si ocurre puntualmente, tiene un efecto positivo, nos va a dar la capacidad de reaccionar, por ejemplo, de frenar el coche para evitar un accidente. Pero si el cerebro está liberando permanentemente la hormona del estrés, el cuerpo se habitúa a tener determinados niveles en sangre y, si este baja, la persona siente que le falta algo. La gente que tiene mucho estrés dice que no puede parar, que no sabe funcionar de otra forma porque está enganchada de algún modo a la adrenalina.

A su trabajo lo llama Ecología del Ser, ¿a qué se refiere?

Las personas hablan mucho de la ecología del planeta y nos olvidamos de algo fundamental, si nosotros no tenemos una ecología, es muy difícil practicarla. Reciclar pensamientos, emociones y nuestro tiempo. Podemos transformarlos, o adaptarlos, como se hace con la gestión de residuos. Hay también emociones tóxicas que tienen que ser trasmutadas. Si la ecología del planeta depende del hombre, éste tendría que tener una ecología propia. En su alimentación, pensamiento y creatividad. En todo lo que el ser humano es. Si no nos transformamos en seres ecológicos, no hay posibilidad de que el planeta sobreviva.