Lavaba sus manos hasta que comenzaban a sangrar
John tenía ocho años cuando aparecieron los primeros síntomas de la enfermedad. Su madre notó que realizaba movimientos extraños, como dar patadas en ángulos extraños.
Al principio ella pensó que el niño estaba haciendo travesuras y que esa conducta pasaría con el tiempo.
Pero tras la muerte del abuelo, con quien el niño mantenía una relación cercana, comenzó a desarrollar temores por los gérmenes y la suciedad. Y fue referido a una clínica local de salud mental infantil y adolescente.
"Hasta entonces había sido un niño normal" dice Sandra.
"Pero a partir de ese momento comenzó a lavarse las manos continuamente".
Cuando se diagnosticó el trastorno obsesivo compulsivo, la familia se sintió aliviada.
"Una vez que puedes colocar una etiqueta a un trastorno puedes empezar a culpar a la etiqueta y no al niño" dice la madre.
"Es el TOC el que es travieso y estúpido, no el niño".
John, sin embargo, comenzó a decir que quería morirse, que no quería seguir así. Y entonces fue referido a la doctora Isobel Heyman, especialista del Instituto de Psiquiatría de los hospitales Maudsley y Great Ormond Street.
Entonces fue sometido a una serie de terapias especializadas cognitivo conductuales, el único tratamiento psicológico recomendado para la TOC.
El tratamiento se lleva a cabo con terapeutas experimentados que ayudan a los pacientes a adquirir las herramientas adecuadas para poder enfrentar y tratar con sus obsesiones.
Image captionLa terapia recomendada para TOC es la congitivo conductual.
Pero la ayuda especializada para esta enfermedad no está fácilmente disponible y, debido a la escasez de terapeutas, hay largas listas de espera de pacientes.
Por eso la doctora Heyman está llevando a cabo una prueba para ver si es posible entrenar adecuadamente a los terapeutas por teléfono.
El objetivo, dice, es poder llegar a más gente.
Para John, la terapia ha sido decisiva.
"Los médicos creyeron en mí, igual que mi mamá. Y realmente me convencí de que quería combatir esta enfermedad".
John tiene ahora 14 años y está en recuperación, aunque su familia está consciente de que el trastorno puede volver en cualquier momento de su vida.
"Estoy constantemente en guardia" dice su madre.
"Hasta cierto punto, todos vivimos con el TOC, pero cuando afecta la forma como vives es cuando se convierte en un problema".
El trastorno obsesivo compulsivo es la cuarta enfermedad mental más diagnosticada en el mundo, junto con el asma y la diabetes.
Los expertos creen que tanto factores psicológicos como biológicos juegan un papel en el trastorno, pero hasta ahora no se sabe con precisión cuáles son las causas de la enfermedad.