Ex adicto cuenta su historia de adicción a la marihuana
¿Dónde te encontraste con la droga?
“La encontré fuera de mi casa pero si dentro de mi casa moraba, de alguna manera la negligencia en cuanto al cuidado de mí. Si bien mis padres, día a día se encargaban de brindarme una mejor calidad de vida pasaban trabajando, pasaban mucho tiempo fuera de casa, entonces de alguna manera me sentía un poco solo, pasaba mucho tiempo solo, descuidado. Esto no fue culpa de mis padres sino que ellos de alguna manera intentaban brindarme lo mejor pero bueno, trabajando mucho y teniendo poca ocupación hacia lo que era mi enseñanza. En ese momento estudiaba, hacía liceo, UTU también, quería aprender algún oficio para poder desempeñarme a futuro”.
En la calle
“Mi encuentro con la droga fue en la calle, como conté anteriormente. Si bien la presión de ciertos grupos que se hacían, eran personas que consumían, de alguna manera me fue atrayendo y empezando a consumirla y sin personas que de alguna manera controlen tu estado. En casa no se daban cuenta, uno desarrollaba una astucia para poder seguir consumiendo y recabando dinero de alguna manera”, contó.
¿Cómo hacías para recabar dinero?
“Primero lo de la merienda, invertir algún dinerito o alguna cosa, mintiendo, engañando, se conseguía, estaba preso de una adicción, preso de un vicio. Veía personas muy dañadas pero como que no recapacitás, pensás que no vas a llegar a ese extremo, pensás que vas a poder y esto es un engaño que se hace uno mismo. Como dije anteriormente empecé con la cocaína y después ya como que nada te es suficiente y estás preso de una debilidad llegando al paso siguiente que es seguir con la pasta base”, añadió.
Hoy en día las drogas están al alcance de la mano y “es muy difícil para una persona que está preso de la adicción decir que no y totalmente marginado, lleno de tristeza, terminás consumiendo. De alguna manera te vas vinculando con gente que consume y te vas apartando del buen grupo, las personas que también te marginan, de alguna manera, algunos te ayudan y otros no pero, preso de una adicción terminas juntándote con personas que consumen y este es un camino que te lleva totalmente a la oscuridad. Es triste ver como fluye tanto la droga en la calle y a un buen precio, a un precio muy accesible, es triste como es tan liberal”, agregó.
El tiempo
“Estuve un tiempo largo, hoy tengo 27 años y hace un par de años que estoy en Remar. Unos cuantos años de consumo y unos cuantos años de hacer las cosas mal, llegué a hacer muchas cosas que no me fueron inculcadas desde mi enseñanza, esto a causa de la fisura como se le dice, las ganas de consumir, personas que también hicieron las cosas mal, que vos ves que de ahí se recauda dinero importante y eso te puede generar más consumo, lo terminás haciendo, totalmente marginado laboralmente, socialmente, terminás cayendo en un pozo de delincuencia”.
“En mi caso fue largo el proceso en llegar al pozo, para uno siendo joven y adolescente lo ves como algo gracioso, divertido como se ve comúnmente, los chicos se fuman un porro y lo ven como algo divertido no dándose cuenta que están yendo a un camino que a futuro hace daño, se propaga tanto este tema, ven personas, cantantes que las idolatran por consumir y el mensaje que se da no es positivo, uno ve el consumo como algo que está bueno”, indicó.
El lugar de la familia
“Fue algo oculto durante años, de alguna manera me la ideaba para poder ocultar el consumo obviamente que iba creando un monstruo que cuando se manifestó en mi familia fue bastante complicado pero fueron unos años de que “yo no consumía, no me drogaba” y yo mirando como mis padres daban la cara por mí, “mi hijo no consume, no se droga” cuando en realidad sí”, dijo.
Pasos para salir de las adicciones
“Tenía el deseo de seguir consumiendo, no tenía el deseo de salir, fueron momentos de muchas tristezas porque mis viejos querían ayudarme y yo no quería salir de esto, no veía todavía en mi vida algo como para dejarla, sino que me quería entregar totalmente a ella pero todavía no había tocado fondo tanto como para decir, no, esto no me hace mal, no les gustaba a ellos pero a mí sí. Ahí tuve esa lucha con mis padres, ellos sin haber vivido esta experiencia no sabían cómo hacer, como enfrentar esta situación”, sostuvo.
Llega a Remar
“Llego a Remar después de bastantes luchas, bastantes dificultades en la vida, totalmente marginado laboralmente, socialmente, mi familia ya no era mi familia. Me habían echado de mi casa, totalmente destruido, vivía en una casa muy humilde, me levanté un día muy mal, lleno de tristeza, prendí fuego la casa y me fui hasta un centro del gobierno. Lo primero que recibí allí fueron 15 días de espera, 15 días que para mi eran imposible porque necesitaba urgente recibir ayuda, fui yo que la busqué, ahí entendí que la necesitaba realmente”, mencionó.
“Un día llame por teléfono a mi mamá, a mi casa habían llegado unos chicos con unas calcomanías, mi mamá colaboró, habló con esos muchachos y con esa calcomanía llamamos por teléfono al número que estaba ahí, del centro, al otro día ya estaba allí, pude ingresar.
Estuve un tiempo, me fue dada la ayuda instantáneamente, la ayuda, el consejo. Ver personas que pasaron lo mismo o hasta peor que yo. Me ayudó mucho y me dio un ánimo pronto de poder salir adelante, obviamente que me costó por todo lo que conté pero realmente me ayudó mucho el ver personas que pudieron salir adelante, pudieron recapacitar, que me ayudaron, me contuvieron y el no juzgarte, el no mirarte raro, eso estuvo bueno. Hoy en día ver todo esto con otros ojos, del otro lado me provoca angustia, ver personas que están totalmente presas de una adicción que a futuro les va a causar daños, el ser humano no tendría que hacerse daño a uno mismo, todo tipo de drogas obviamente que te hacen daño, tendríamos que vivir sin ningún tipo de drogas, sino nacemos con eso ¿por qué tenerlas?”, aseguró.
Un camino sin retorno
“Tuve amigos que por las adicciones ya no están y otros que están por muchos años en la cárcel, estos eran caminos que me tocaban a mi si no recapacitaba, sino tomaba esa decisión de poder cambiar, de poder tener la voluntad de decir, ya está, esto no es para mí, esto no tiene que estar en mi vida porque lo único que te causa es daño, tristezas, desunión, en la familia, en la sociedad, en uno mismo, no hay ningún tipo de felicidad como lo dicen, como lo propagan”, afirmó.
“En este camino no hay ningún tipo de felicidad, ningún tipo de prosperidad en la droga, yo no incentivo para nada, sinceramente, en mi vida no hubo nada positivo, si bien fue una felicidad momentánea, el final era tristeza, era soledad”, concluyó.