Un adicto a las redes sociales compartió su testimonio
Llega a un restaurante con su novia para compartir con unos amigos y conocidos. Chacharea un rato, prueba de la picadera que se ha ordenado, liba una copa del delicioso vino.
No han transcurrido ni 20 minutos, cuando fija su vista en su smartphone, que descansa sobre la mesa. Lo toma entre sus manos y zambulle su rostro en la pantalla. No despega más la vista. Sus dedos, con agilidad, se mueven como pez en el agua. No vuelve a cruzar palabra.
Juan (nombre ficticio) acepta ser un adicto a las redes sociales, pero expone que no le interesa para nada tratar de deshabituarse de esa adicción. Por el contrario, le divierte y entretiene y hasta ahora, no reconoce que pudiera tener consecuencias adversas.
Juan no suelta su smartphone ni cuando va al baño, ni cuando se ducha . Es más, ni cuando hace el amor.
¿Qué es un adicto?
Una persona que pasa tanto tiempo en las redes que no lo puede controlar. Es un tiempo incontrolable. Estás comiendo y tienes que ver tu Facebook. Eso es una adicción total. Te pasas mirando y buscando fotos y mirando quién escribió y lo que escribió.
¿Cómo uno se da cuenta?
Cuando ves, cuando dejas de poder interactuar socialmente. En vez de estar hablando con la persona que está al frente tuyo, estás hablando con la persona que está al otro lado de la red. No lo puedes evitar.
Hablas de tu novia
Claro. Es una adicción seria.
¿Cuando la besas, miras el celular?
No es pa' tanto. Bueno sí, a veces. Es cuando estoy en algo y espero que me contesten algo importante.
¿Y cuando haces el amor?
No (se ríe), pero cuando termino sí. No paso ni cinco minutos.
¿Cómo empieza la rutina?
Lo primero que haces es dormir con el celular al lado. Luego mirar cuando alguien te ha escrito. Si despiertas a mitad de la noche, ya estás mirando quién te escribió.
¿Cómo transcurre el día?
Sigues mirándolo. Hay gente que se saca fotos y se pasa poniéndolas, pero a mi no me gusta eso, porque te delatas. No se puede sacar uno muchas fotos, porque se dan cuenta que estás metido en el celular.
Hay que ocultar la adicción.
¡Claro! Se oculta, porque si la gente se da cuenta que estás pegao, se dan cuenta que no estás dedicando tiempo al trabajo.
¿No se te extravía?
No. ¿Cómo se va a perder, si siempre estás pegao?
¿Has tratado de cortar esa dependencia?
¡Ay no! Para nada. Eso es parte de mi vida. Si ahí conocí a mi novia. Ahí conocí a mis amigos. La relación entró por ahí. No la ibas a llamar por teléfono. Ya la gente no se habla.
Fuente
http://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/unadictoalasredessocialescompartiosutestimonio-988945/