Creí que era normal beber así, hasta que afectó mi vida
Carlos, estudiante universitario de 21 años, cuenta que su consumo de alcohol comenzó como algo social. “En las fiestas todos bebíamos igual, nadie lo veía como un problema. Si no tomabas, te presionaban. Yo pensaba que mientras cumpliera en la escuela entre semana, no pasaba nada”. Con el tiempo, los fines de semana se volvieron episodios de consumo excesivo que afectaron su rendimiento académico y sus relaciones personales.
“Me di cuenta de que había perdido el control cuando empecé a tener lagunas mentales y problemas con mi familia. No era dependiente, pero sí estaba dañando mi salud y mi entorno”. Carlos acudió a un centro de orientación donde aprendió sobre el Trago Estándar. “Entender cuánto estaba bebiendo realmente me ayudó a poner límites. Hoy sigo saliendo con mis amigos, pero de forma consciente y responsable”.
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