“Aprendí a verme con compasión, no con filtros”
Mariana, 19 años
“Durante mucho tiempo pensé que para ser aceptada tenía que verme como las chicas que seguía en redes sociales. Pasaba horas comparándome y tratando de copiar sus dietas, hasta que dejé de comer casi por completo. Me sentía débil, triste y con miedo constante a subir de peso.
Cuando mi familia notó lo que pasaba, busqué ayuda y comencé Terapia Cognitivo-Conductual. Aprendí que mi valor no depende de mi cuerpo y que las imágenes que vemos en internet casi nunca son reales. Ha sido un proceso largo, pero hoy disfruto volver a comer sin culpa y mirar mi reflejo sin rechazo.
Ahora entiendo que la verdadera belleza está en sentirme bien conmigo misma, no en alcanzar un ideal imposible.”
|