Mi vida se derrumbó mientras ‘jugaba’ a diario
Cada día, volvía de la escuela, encendía la computadora y jugaba Skyrim solo por ‘un par de horas’. Lo siguiente que sabía, ya era el día siguiente y no había hecho ninguna de mis tareas escolares.
Mis profesores sabían perfectamente de mi adicción y me etiquetaban como ‘el chico sin futuro’.
Las cosas se pusieron tan mal que mi padre arrojó la computadora frente a mí para ‘darme una lección’.
Años después, inicié sesión en Steam y descubrí que había acumulado más de 10,000 horas de juego en Skyrim.
Hoy trabajo en McDonald’s, volteando hamburguesas todo el día, sin ninguna ambición en la vida.
En mis momentos de soledad, no dejo de pensar: ‘Si tan solo hubiera usado esas 10,000 horas en algo productivo para mi futuro…’”