CreĆ que ayudaba a mis padres y me estafaron
Hace cinco meses recibí una llamada de alguien que decía ser abogado de un banco. Provenía de un número desconocido, pero mi familia estaba atravesando una situación complicada, y creí que de verdad podía ayudar.
“Estas personas se agarraron de eso. […] me metieron presión”
Empezaron con información ambigua, pero al mencionar a mi padre, pensé que era real. Me dijeron que había un problema legal urgente y que debía pagar de inmediato.
“Lo que más me hizo pensar que era [algo] real, fue que mencionaron a mi papá... pensé que ayudaba”
Siguiendo sus indicaciones, hice una transferencia en una tienda de conveniencia. Recuerdo que pensé: “¿desde cuándo hay que hacer pagos por esas cosas?”, pero lo hice porque quería ayudar a mis padres
Tras denunciar, nos explicaron que el estafador pudo haber obtenido datos de nuestro correo físico y así tener información personal, como mi nombre y dirección
Desde entonces, empecé a recibir llamadas diarias de números desconocidos y mensajes sospechosos. Sospecho que vendieron mi número o lo incluyeron en bases de datos.
“Desde que ocurrió todo eso… sí tenía mucho miedo de contestar otra vez el teléfono”
Además, hubo tensión en mi familia. Mi padre me hizo sentirme culpable porque usé su dinero.
“Lo que fue justamente mi padre, pues me hizo sentirme muy responsable de eso