20 de June del 2025
En su undécima ronda el Termómetro de Salud Mental Achs-UC en Chile proporciona indicadores sobre la soledad percibida, los que reconocen la sensación de sentirse aislado/excluido o que falta compañía. Esta experiencia es altamente dolorosa y merece reflexión.
Los datos revelan que el 19% de los encuestados dijo sentirse aislado o excluido por los demás o que le falta compañía, un aumento de un punto porcentual comparado a la ronda anterior (Nov. 2024), y tres puntos más que hace un año.
Aunque hace tiempo terminó la pandemia, la experiencia de sentirse solo continúa en aumento. Y, además, los niveles de soledad percibida son más altos entre las mujeres: el 21,4% de ellas reporta altos niveles de soledad, mientras que solo el 14,4% de los hombres se encuentra en la misma situación. Esto se alinea con otros hallazgos del estudio que muestran una brecha significativa en la salud mental entre géneros.
El grupo etario que presenta mayor nivel de soledad se ubica entre los 30 y 39 años. En consecuencia, estos datos nos permiten cuestionarnos sobre las nuevas configuraciones familiares, donde la decisión de matrimonio se ha retrasado, y ha aumentado la cantidad de parejas que no tiene hijos.
Además, es relevante evidenciar una sobrecarga social que enfrentan muchas mujeres, quienes suelen asumir múltiples roles en el hogar y el trabajo, lo que podría contribuir a su sensación de soledad. Lo anterior es coherente con la percepción de apoyo percibido, donde ambos géneros aseguran en distintos estudios tener bajo apoyo social, siendo las mujeres (11,4%) quienes reflejan en mayor medida la falta de colaboración o redes en las que sostenerse (versus el 9,3% en hombres).
La soledad también está correlacionada con la confianza, donde nuevamente vamos en el vagón de cola. Según la encuesta IPSOS de Confianza Interpersonal en el Mundo (2022), el 20% de los encuestados en Chile indicaba que se puede confiar en la mayoría de la gente, posicionándonos en la parte baja de los 30 países de la muestra.
Si bien estas cifras provienen desde hace algunos años, podemos pensar que la ausencia de confianza y la soledad son dos caras de una misma problemática, ya que nuevamente son las mujeres las que muestran menores grados de confianza.
Además, el estudio propone la existencia de una correlación entre felicidad y confianza. La combinación de estos datos sugiere que la soledad y la confianza no solo son indicadores que nos permiten evaluar el bienestar emocional de las personas, sino que también estarían dando cuenta de un impacto en la salud mental. Un 33 % de los encuestados indica sentirse constantemente agobiado y un 25,8% exhibió síntomas moderados o severos de ansiedad. Y nuevamente son las mujeres quienes presentan más indicadores de depresión (19,5% v/s 6%).
Estos datos son preocupantes, ya que queremos creer que estamos construyendo una sociedad mejor cada día. Sin embargo, la soledad, falta de apoyo, la ansiedad y la depresión son indicadores que nos ponen en alerta de que debemos seguir trabajando respecto a la equidad y oportunidades en los roles.
Lo levantado por el Termómetro de Salud Mental Achs-UC se condice con una realidad en que las personas cuentan con múltiples dispositivos para acercar la comunicación, pero nos sentimos participando de una sociedad cada vez más individualista. La irrupción del Internet y sus múltiples herramientas han creado una hiperconexión y globalización que, en vez de acercar a las personas, las sumió en experiencias individualistas y no comunitarias.
Es fundamental que nos cuestionemos como miembros de nuestras comunidades, reconozcamos los diferentes roles que sostenemos, y analicemos la manera de aportar al desarrollo de espacios de conexión, socialización y generación de redes de apoyo. Y así poder mitigar los efectos de la soledad para que haya alegría y alivio ante los problemas cotidianos.
Revertir estos indicadores del Termómetro de Salud Mental requiere de políticas públicas, como también de aportes desde la academia que alienten a las experiencias comunitarias que generen en la juventud genuino interés por lo que le pasa al otro que puede ser mi familiar, mi vecino, o el extranjero recién llegado.
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