https://www.high-endrolex.com/17 Umbral
Te hablamos de las adicciones
  • El medicamento que mató a 500.000 personas

08 de agosto del 2023

A finales de la década de 1990, la farmacéutica Purdue Pharma recomendó a doctores el uso del fármaco conocido como OxyContin. Este es un poderoso opioide recetado a pacientes con dolor crónico. Pasaron 18 años hasta que se viesen los efectos de esta intensa campaña en la sociedad estadounidense.

 

El uso de opioides en el país se convirtió en una mortal y dolorosa epidemia. Actualmente la sociedad estadounidense se enfrenta a otra crisis: la del fentanilo. En este episodio, el Dr. Elmer Huerta nos habla de los opioides y el fentanilo. También exploramos cómo Estados Unidos llegó a la crisis por su uso excesivo de estas drogas y por qué son tan mortales.

Estoy seguro de que en los últimos años has escuchado hablar sobre el fentanilo, la adicción a los opioides y lo mortal que esas drogas pueden ser.

Pues hoy vamos a hablar sobre ese tema. Veremos qué es el fentanilo y qué son los opioides. Analizaremos cómo se ha llegado a que millones de personas terminen siendo adictas a esas drogas. También cómo podemos evitar caer en esa adicción que, te adelanto, es más fácil que lo que imaginas.

El opio

Desde tiempos inmemoriales, se sabe que si se corta con cuidado la cápsula del fruto de una planta llamada adormidera, o amapola real, se obtiene un látex o líquido lechoso que tiene propiedades de adormecer al que lo consume.

Ese látex es el opio, sustancia natural que fue usada por egipcios, chinos, indios, griegos y romanos como una medicina, principalmente para calmar el dolor.

¿Cuáles son los derivados de la morfina?
El problema de usar la morfina como analgésico era la dificultad de conseguir opio puro natural para obtener morfina y codeína. Desde fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX las compañías farmacéuticas empezaron a buscar alternativas que les permitan fabricar esas sustancias en el laboratorio.

En esa búsqueda, los químicos desarrollaron derivados semisintéticos y sintéticos de la morfina. Los sintéticos son sustancias completamente artificiales, sintetizadas en el laboratorio, mientras que los semisintéticos derivan de sustancias conocidas.

Por ejemplo, la compañía farmacéutica Bayer empezó la comercialización de la heroína en 1898, siendo esta la primera sustancia derivada de la morfina fabricada en el laboratorio.

Gracias a eso, la heroína se convirtió en un medicamento muy usado para controlar el dolor. Los primeros estudios clínicos que se hicieron con esa sustancia fueron tan prometedores que se le consideró maravillosa.

Lamentablemente, pronto se descubrió que los pacientes que usaban heroína desarrollaron tolerancia al medicamento, necesitando cantidades mayores de ella, desembocando en una severa adicción.

Los opioides
A principios de la década de 1910, los adictos a la morfina descubrieron que las propiedades euforizantes de la heroína aumentaban si la droga se inyectaba en la vena. Esto llevó a que la heroína se convirtiera en la droga estupefaciente de la que más se abusó en la época.

Es por eso que alrededor de 1920 Estados Unidos impuso restricciones a la venta de opioides y narcóticos, exigiendo que se escribieran recetas médicas formales para conseguirlas, y prohibiendo la heroína.

En su búsqueda de alternativas menos adictivas durante las primeras décadas del siglo pasado, los laboratorios empezaron a fabricar decenas de derivados artificiales de la morfina, sustancias que han sido llamadas opioides para diferenciarlos de los opiáceos naturales.

Por ser una diferencia muy técnica. En el lenguaje diario, se usan ambas denominaciones, opioides y opiáceos, de manera intercambiable.

Algunos ejemplos de opioides son oxicodona, hidrocodona, hidromorfona, oximorfona, metadona y el terrible fentanilo.

Los efectos de los opioides
Pero, ¿qué efectos tienen los derivados de la morfina? ¿Por qué se les usa tanto y qué es lo que buscan las personas que se vuelven adictas a ella?

Los derivados de la morfina causan una marcada euforia, además de:

ansiedad,
mareos,
náuseas,
vómitos,
sudoración profusa,
estreñimiento
y fatiga.
A dosis altas, esas sustancias tienen un gravísimo efecto secundario. Los opioides deprimen el centro respiratorio en el cerebro y pueden ocasionar la muerte por un paro respiratorio.

¿Por qué tanta gente abusa de la sustancia? Es probable que se deba a que los opioides activan poderosos centros de recompensa cerebral. Esto desencadena la liberación de grandes cantidades de endorfinas, u hormonas naturales del placer humano.

Los adictos dicen sentirse bien. Que su dolor físico y emocional se amortigua y que desarrollan una particular sensación de placer. Esto origina una sensación de bienestar física y psicológica muy poderosa, pero temporal.

Es en esa temporalidad del placer donde radica el problema de la adicción, pues para volver a sentir placer, el adicto no solo necesita tomar dosis frecuentes de la droga, sino cantidades cada vez mayores.

Esas drogas son tan adictivas que, al dejar de consumirse, causan un severo síndrome de abstinencia, el cual está caracterizado por:

graves ataques de náuseas
vómitos
ataques de pánico
gran dolor muscular
insomnio
fiebre alta
La mortal epidemia de opioides en EE.UU.
Pero el conocer esos detalles del efecto de los opiáceos y su enorme capacidad adictiva no explican completamente el cómo, durante los últimos 30 años, se ha desatado una mortal epidemia de abuso de opiáceos en Estados Unidos, que las autoridades calculan que ha causado 932.000 muertes desde 1999. Increíble, casi un millón de muertos en poco más de 20 años…

Veamos de una manera simplificada qué pudo haber ocasionado semejante desgracia.

Recuerdo claramente que durante mis estudios de medicina en los años 70 se nos enseñaba con mucha insistencia que debíamos tener gran cuidado con las propiedades adictivas de la morfina y sus derivados, por lo que debíamos ser extremadamente cuidadosos en recetarlos.

Esa era la actitud de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud: mucho cuidado con la morfina y sus derivados, pueden causar severa adicción y solo deben usarse cuando es estrictamente necesario.

Pero, al parecer, todo empezó a cambiar en enero de 1980 con la publicación de una carta de solo 101 palabras en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine, que afirmaba que la capacidad adictiva de los derivados del opio en pacientes hospitalizados sin historia previa de adicción era mínima.

Al parecer, poco a poco los médicos empezaron a perder el miedo al uso de los narcóticos, y empezaron a recetarlos con mayor libertad a sus pacientes hospitalizados.

En 1986, otro estudio estadounidense fue muy influyente en cambiar la percepción de los médicos. El estudio sugirió que los narcóticos podían usarse como terapia de mantenimiento segura, saludable y más humana en pacientes con dolor intratable no canceroso y sin antecedentes de abuso de drogas.

Es así que, poco a poco, a fines de los 80 y durante la primera mitad de los 90, los médicos fueron progresivamente recetando narcóticos a pacientes con todo tipo de dolor crónico, y se dio inicio a la gran epidemia de adicción a los narcóticos.