02 de febrero del 2023
Según apuntan desde la Clínica Injercare en Granada, apuntan al sedentarismo como un factor de riesgo que aumenta la predisposición a sufrir alopecia. ''En personas con obesidad o una excesiva grasa corporal, las condiciones pueden empeorar dañando también las células madre de nuestro folículo piloso, esenciales en el ciclo de la regeneración capilar'', indican.
Asimismo, explican, ''la práctica de ejercicio físico favorece la eliminación de toxinas a través del cuero cabelludo que favorecen una correcta oxigenación del cuero cabelludo y la circulación sanguínea para reestructurar y favorecer el crecimiento del cabello y la densidad del mismo''.
Así, si estas toxinas se retienen, el ciclo de renovación capilar se detiene, según aseveran, ''bloqueando los folículos que pueden llegar a desaparecer provocando una alopecia irreversible”. Este problema, como hemos mencionado, se ha visto empeorado con los hábitos poco saludables de la pandemia. La poca actividad física por las restricciones, acompañada de estrés, una mayor ingesta de alimentos y de peor calidad se conformaron como el caldo de cultivo ideal para el debilitamiento y hasta la pérdida de cabello. Aunque, especifican desde Injercare, el extremo de la calvicie o las alopecias de tipo efluvio.se acentúan y aceleran más en personas con ''una predisposición genética previa”.