15 de noviembre del 2022
De acuerdo con la plataforma de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, la ludopatía o juego patológico afecta a por lo menos 8 mil chihuahuenses, que de manera abierta aceptaron ser adictos al juego en la Encuesta de Adicciones de la misma plataforma, donde la ludopatía se define como el “impulso irreprimible de jugar y/o apostar”.
La palabra se origina del latín ludus, que significa “yo juego” y la palabra griega pathos, que significa afección, enfermedad o pasión por el juego.
De acuerdo con la plataforma de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, la ludopatía o juego patológico afecta a por lo menos 8 mil chihuahuenses, que de manera abierta aceptaron ser adictos al juego en la Encuesta de Adicciones de la misma plataforma, donde la ludopatía se define como el “impulso irreprimible de jugar y/o apostar”.
En el estado de Chihuahua no existe una atención o forma de tratamiento especializado para la ludopatía, en instituciones públicas, pese a tratarse de una adicción que puede llevar a las personas a caer en depresión, e incluso hasta el suicidio, informó el director en turno de la Clínica Samadhi, Luis Carlos Alcocer. Agregó que a raíz de la pandemia y el cierre de casinos, tomaron fuerza las apuestas virtuales.
Las adicciones se dividen en las de ingesta, que pueden ser por alcohol, fármaco y, por otro lado, las de proceso o comportamentales, es decir no hay ninguna sustancia o agente externo que se introduzca al cuerpo. Además, de que es una adicción y está clasificada también como psicopatología, por los dos manuales internacionales para diagnosticar y clasificar enfermedades de este tipo.
Las maquinitas de apuesta en centros comerciales, así como juegos virtuales dirigidos a niños y adolescentes pueden propiciar el inicio de un trastorno a temprana edad.
De acuerdo con la cuarta versión revisada del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en 2002, la ludopatía estaba ubicada como la cuarta categoría de trastornos del control de impulsos. Sin embargo, la versión más reciente del mencionado Manual Diagnóstico (DSM-V-R) se integra a la clasificación de adicciones, debido a las similitudes tanto en su expresión clínica, comorbilidad física y tratamiento, con las adicciones a sustancias psicoactivas.