25 de abril del 2022

POR ELENA GONZÁLEZ

Cerca del 77 por ciento de los 1.200 profesionales que acudieron al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) presentaban trastorno mental. Este fue de hecho el principal motivo de ingreso entre 2019 y 2020, con un aumento de dos puntos porcentuales, según el informe bienal ofrecido por la Organización Médica Colegial.

De hecho, el 20 por ciento de los 1.201 nuevos ingresos registrados en los dos últimos años, fueron casos complejos con "riesgo de mala praxis, conflicto en el entorno laboral o incluso necesidad de cambiar de puesto de trabajo". 

Más que a una "mayor incidencia de problemas de salud mental", este aumento se debe a "la mayor accesibilidad a este programa" y una "menor estigmatización". "Acudir al PAIME se ve cada vez más natural", asegura Tomás Cobo, presidente del organismo, quien ensalza el poder de esta estrategia para "canalizar" todas estas patologías sufridas por el colectivo y "proteger así a la sociedad de posibles malas praxis ante momentos de crisis". 
 

El porcentaje de rehabilitación es además alto, con entre un 89 y 90 por ciento de médicos que se reintegran en su puesto de trabajo una vez recuperados. Una vez allí, y previo consentimiento, el superior del facultativo puede realizar seguimiento del caso con una muestra de pelo en el caso de toma de tóxicos o un caudalímetro de medición de alcohol, explica Manuela García, vicepresidenta segunda de la OMC. 

La mayoría de pacientes atendidos, el 63 por ciento, estaba trabajando cuando acudió al PAIME, aunque el 1 por ciento tenía inhabilitación temporal profesional. El 86 por ciento trabajaba en el Sistema Nacional de Salud, el 9 por ciento en el sector privado y el 5 por ciento en ambos. 

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