21 de enero del 2021

¿Qué es la dependencia emocional?

Es un problema psicológico en el cual una persona siente una dependencia hacia otra, puede ser amigo o pareja. Existe una necesidad de estar con la otra persona, además de recibir cariño y afecto de manera continua. Todo gira en torno a él/ella.

Este tipo de relaciones suelen ser adictivas. Suelen conducir a relaciones inestables, destructivas y anulativas. Pueden incluso llevar al autoengaño y a la manipulación.  

Signos de la dependencia emocional

Baja autoestima

La persona tiende a valorarse negativamente, no es capaz de apreciarse, de quererse. Sólo tiene en cuenta aspectos negativos de su personalidad, no cree en su fuerza ni sus capacidades. Suele creer que es inferior que el resto, que los demás valen más que él. Es curioso que incluso aunque el resto de personas intente hacerle ver que sí que vale, que tiene cualidades muy buenas, ellos no consideran que deban aceptarse tal cual son.

Miedo a la soledad

La persona tiene pánico a estar sólo, necesita un apoyo incondicional de un amigo o pareja. Necesita sentirse acompañado y le es muy difícil estar a solas consigo mismo. Tiene miedo a no poder compartir su vida con alguien, a no tener a alguien en que apoyarse día a día y durante el resto de su vida.

Necesidad de saber del otro continuamente

La persona dependiente emocionalmente quiere saber en todo momento qué está haciendo su pareja/amigo, puede incluso llegar a agobiarle con llamadas o mensajes. Necesita estar con esa persona a todas horas.  Se preocupa en exceso si la otra persona no responde como quiere y cuando quiere.

Prioridad

Su mayor prioridad es su pareja/amigo. Lo antepone ante todo: familiares, amigos o incluso a sí mismo. Todo debe girar en torno a ella. Suele hacer planes por y para el otro, puede dejar de lado cualquier cosa con tal de pasar tiempo con su pareja/amigo. Siente que es lo único que le puede reconfortar y se vuelca en pasar el mayor tiempo posible con él/ella.

Autoanulación

Las personas con dependencia emocional tienden a dejar de ser ellos mismos. Hacen incluso cosas que no desean con tal de agradar al otro. Se dejan llevar, son dóciles y hacen lo que el otro le pida, incluso sin voluntad propia.

Ocupar un papel inferior en la pareja

Como decíamos, se autoanulan. Creen que la otra persona es más importante que ellos mismos. Se entregan a él por completo y creen que ellos son peores, inferiores y no tienen derechos sobre el otro.

Deseos de exclusividad    

Este tipo de personas tiene un sentimiento de pertenencia. Creen que la otra persona les pertenece, y que además la otra persona es el centro de su vida. Consideran que además la otra persona tiene que tener la misma visión que ellos y exigen reciprocidad.

Relaciones sociales deficitarias

A menudo, las personas con dependencia emocional pueden tener dificultados en las relaciones sociales, ya que al interactuar con otras personas les faltan recursos.  Las conversaciones suelen girar en torno al mismo tema: a su pareja/amigo. Carecen de habilidades sociales como la interacción, la empatía o la asertividad.

Estado de ánimo variable

En este tipo de personas su estado de ánimo varía en función de su pareja. Son muy lábiles. Suelen estar preocupados de manera continua por el otro. Suelen tener sentimientos de culpa, y sensación de vacío que sólo creen llenar con su pareja.

Necesidad de agradar

Quieren gustar a su pareja, a su entorno e incluso a desconocidos. Están preocupados por el qué dirán, quieren caer bien. Les preocupan las críticas y el rechazo de los demás. Quieren ser lo que los demás esperan de ellos.

Síndrome de abstinencia

En las personas dependientes emocionalmente, cuando se produce una ruptura con el otro se produce lo que se denomina “ Síndrome de Abstinencia”.

La persona se encuentra triste, con síntomas de depresión. No acepta la ruptura, no se hace a la idea,  y hace lo imposible por retomar la relación, aún sabiendas que es perjudicial, que es nociva. Aún sabiendas que no es correspondida y que la otra persona es dañina. Intentan tergiversar la realidad,  sólo se acuerdan de lo positivo y buscan volver a estar con la otra persona a toda costa. Aunque los demás lo intenten ayudar, no aceptan lo que no quieren escuchar.

¿Qué hacemos si detectamos estos signos de dependencia emocional?

Este tipo de situaciones normalmente llevan consigo un deterioro de todo tipo de relaciones sociales: familia, amigos, trabajo… Y esto puede llevar a un aislamiento. La persona dependiente nunca llega a ser feliz. Son frecuentes los problemas de ansiedad y depresión, incluso pueden hasta despreciarse a sí mismos.

La solución es la ayuda profesional, generalmente un psicólogo que ayude a reconducir este tipo de comportamiento para que la persona pueda estar tranquila con ella misma, y en definitiva, ser feliz. 

¿Has sentido personalmente o has vivido la dependencia emocional de cerca?