23 de octubre del 2020
Las referencias más antiguas que se tienen del calzado datan del año 10,000 a.C, pinturas en cuevas encontradas en países como España y Francia, fueron algunas de las primeras evidencias que dejaron entrever un poco de la historia del mismo. El factor clima se convirtió en el primer diseñador, en países de temperaturas frías los mocasines comenzaron a surgir como una forma de protección, mientras que las sandalias hechas de paja o papiro eran utilizadas por los nobles en lugares como Egipto.
Poco nos ponemos a pensar en la evolución de los zapatos y en elementos como el color, texturas, agujetas y broches que poco a poco fueron complementándolos. En la actualidad tenemos la facilidad de adquirir uno, dos, tres o cuantos pares deseemos en un centro comercial, pero existe un factor que para muchas personas, especialmente mujeres, siempre va a ser inexplicable: la adicción que nos generan y el porqué.
Si hasta el día de hoy te consideras una persona que no sufre de este mal, a continuación enlistamos una serie de síntomas que podrían indicar que tu amor por los zapatos ha llegado a convertirse en una adicción.
No escatimas en gastos
Lo barato sale caro y una experta en materia de calzado lo sabe, de nada sirve comprar y comprar si la calidad de los productos adquiridos no es lo suficientemente buena.
Tienes más de 20 pares iguales
Una persona que en promedio no tiene tanta predilección por los zapatos puede tener alrededor de 15 pares incluidos los zapatos de deporte. Si sobrepasas este número es porque simplemente no te puedes resistir a su encanto.
Tienes tipos de zapatos para cada ocasión
Si del siguiente listado cuentas por lo menos con seis, eres una adicta a los zapatos: botas, botines, botas altas, sandals, flats, sneackers, mules, tacones, plataformas, pumps, entre otros.
Sabes que los stilettos negros son indispensables en tu clóset
El equivalente a un vestido negro en tu armario, son precisamente un par de stilletos del mismo color.
Te gusta soñar en vida y ver zapatos en Internet
Si en tus ratos de ocio disfrutas ver zapatos por Internet e incluso, terminas pidiendo uno o más pares, el amor que te tienes a los zapatos es innegable.
Tienes una selección de productos para mantenerlos limpios
Impermeabilizantes, cepillos suaves, brillo, grasa para zapatos, sprays, lo que sea que te ayude a conservarlos.
Tienes un espacio exclusivo para ellos en tu casa
Uno de los síntomas más comunes de los adictos a los zapatos, ya sea que tengas un clóset exclusivo para ellos o que la creatividad se haya convertido en tu mejor aliada para encontrarles un espacio exclusivo.
Has gastado dinero que no debías porque te enamoraste de ellos
Porque cuando unos zapatos te flechan, nada se interpone en tu camino.
Tienes 10 botas negras iguales y sólo tú ves la diferencia
Los factores diferenciales pueden ser diminutos pero siempre hacen una gran diferencia.
En algún momento de tu vida sentiste la necesidad rotunda de tener unas botas de lluvia
Son lindas, divertidas, te recuerdan tu niñez y además, son la solución perfecta para no arruinar tus zapatos, ¿qué otra explicación puede haber?
Siempre te hacen falta un par de zapatos “cómodos”
El pretexto menos original de las personas adictas a los zapatos.