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Te hablamos de las adicciones
  • Adicción a las redes sociales: causas y síntomas principales

14 de septiembre del 2020

Un estudio realizado por la Chicago Booth School of Business señalaba, hace ya cinco años, que Facebook, Twitter y otras redes sociales tienen una capacidad de adicción mayor que la del tabaco o el alcohol porque, entre otras cosas, acceder a ellas es sencillo y gratuito. Además, si el mismísimo padre del iPad, iPod, iPhone, Steve Jobs, no dejaba que sus hijos intimaran demasiado con la tecnología —les limitaba el tiempo de uso— es que, probablemente, algo intuía acerca de cómo afectan las redes sociales a los más jóvenes.

Lo cierto es que, a juicio de muchos expertos, el uso de las redes sociales —aplicaciones de mensajería instantánea incluidas— puede generar serias adicciones con sus consiguientes consecuencias: ansiedad, depresión, irritabilidad, aislamiento, alejamiento de la vida real y de las relaciones familiares, pérdida de control, etc. Pero, ¿qué entendemos realmente por adicción?

Una adicción es una dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico. Entre esas actividades están, por ejemplo, el uso de videojuegos —catalogado ya como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, el trabajo compulsivo, el juego on y offline y para muchos, también, la utilización excesiva de redes sociales que, por cierto, cuentan ya con más de 3.000 millones de usuarios activos en el mundo. A pesar de las abultadas cifras, los expertos consideran que solo un pequeño porcentaje muestra una verdadera dependencia a las redes sociales.

CAUSAS Y PERFIL DE LAS PERSONAS ADICTAS A REDES SOCIALES

Entre las causas más reconocidas de la adicción a las redes sociales se encuentran la baja autoestima, la insatisfacción personal, la depresión o hiperactividad e, incluso, la falta de afecto, carencia que con frecuencia los adolescentes tratan de llenar con los famosos likes. De hecho, muchos jóvenes los buscan casi compulsivamente para experimentar una intensa —pero siempre breve— sensación de satisfacción que, sin embargo, puede ser contraproducente al hacerlos dependientes, a la larga, de la opinión de los demás.

El perfil mayoritario del adicto es el de un joven de entre 16 y 24 años. Los adolescentes son los que tienen mayor riesgo de caer en la adición, según los expertos, por tres motivos fundamentales: su tendencia a la impulsividad, la necesidad de tener una influencia social amplia y expansiva y, finalmente, la necesidad de reafirmar la identidad de grupo.

Sherry Turkle, psicoanalista del Massachusetts Institute of Technology (MIT), ha investigado extensamente sobre el impacto de las redes sociales en las relaciones y afirma que estas debilitan los lazos humanos. En su libro Alone Together: Why We Expect More from Technology and Less from Each Other describe con detalle los impactos negativos de estar constantemente conectados, que paradójicamente trae consigo cierta sensación de soledad. Tal y como ella misma afirma “los lazos que formamos a través de Internet no son, al final, los lazos que unen, pero sí son los lazos que preocupan”.

SÍNTOMAS DE LA DEPENDENCIA A LAS REDES SOCIALES

¿Qué determina la adicción? La frontera es difusa, pero existen algunos indicios que dan bastantes pistas de si existe o no esa dependencia a las redes sociales, aunque la última palabra corresponde siempre a un profesional médico. Estos son los tics más habituales:

  • Nerviosismo cuando no se tiene acceso a Internet, la red social no funciona o va más lenta de lo normal.
  • Consultar las redes sociales nada más levantarse y antes de acostarse.
  • Sentirse inquieto si no se tiene el smartphone a mano.
  • Caminar utilizando las redes sociales.
  • Sentirse mal si no se reciben likes, retuits o visualizaciones.
  • Usar las redes sociales mientras se conduce.
  • Preferir la comunicación con amigos y familiares a través de redes sociales que cara a cara.
  • Sentir la necesidad de compartir cualquier cosa de la vida diaria.
  • Creer que la vida de los demás es mejor que la nuestra, en función de lo que vemos en las redes.
  • Hacer check-in en cada lugar al que se va.

CÓMO PREVENIR LA ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES

Como en todas las adicciones, prevenir es más fácil que curar. En este sentido, existen algunas prácticas sencillas que resultan muy efectivas para evitar que un uso excesivo de las redes sociales acabe desencadenando dependencia. Entre las más efectivas se encuentran las siguientes:

  Establecer un tiempo mínimo de 15 minutos entre conexión y conexión.

  Prescindir del móvil en momentos clave del día (desayuno, comida o cena).

  Deshabilitar las notificaciones automáticas.

  Poner el móvil en silencio y no utilizarlo ni como reloj ni como despertador para evitar la tentación.

  Marcarse un tiempo mínimo al día para hacer actividades completamente desconectadas —como practicar deporte, leer o escuchar música—.

  Reducir el número de amigos en redes sociales.

  Eliminar aplicaciones y abandonar grupos de WhatsApp prescindibles.