08 de septiembre del 2020
son uno de los medicamentos más consumidos por la sociedad actual. Con una sociedad que vive inmersa en el estrés y en las prisas, son muchos los ciudadanos que tienen problemas de insomnio. De ahí, que recurran a este tipo de pastillas para poder descansar.
Ante esta tendencia alcista en el consumo de pastillas para dormir, la OMS (Organización Mundial de la Salud) alerta de los riesgos y efectos negativos del consumo continuado de las mismas.
Los somníferos tienen un efecto adictivo. Esta información la deben dar todos los facultativos cuando prescriben este tipo de medicamentos. El riesgo de adicción es uno de los efectos secundarios más externos.
Algunas pastillas para dormir aumentan en más de cuatro veces el riesgo de muerte prematura, según una investigación publicada en el 'British Medical Journal'. Durante 2010, entre 1 de cada 20, y 1 de cada 10 adultos, tomaron pastillas para dormir en los endido de las pastillas para dormir. Su uso continuado hace que el organismo cree tolerancia a los mismos.Estados Unidos, afirman los autores del estudio, que evaluaron la supervivencia de más de 10.500 personas con una serie de condiciones subyacentes, a las que se les prescribió una serie de pastillas para dormir durante un promedio de 2,5 años, entre 2002 y 2007.
Los fármacos incluyeron benzodiacepinas, como el temazepam; no benzodiacepinas, como el zolpidem, la eszopiclon y el zaleplon; y barbitúricos y antihistamínicos sedantes. La supervivencia de estos pacientes, cuya edad promedio era de 54 años, se comparó con la de más de 23.500 personas de la misma edad, sexo, estilo de vida y problemas de salud subyacentes, que no habían tomado pastillas para dormir durante el mismo período.
Las personas que tomaron hasta 18 dosis al año tenían 3,5 veces más probabilidades de morir, mientras que las que tomaron entre 18 y 132 dosis tuvieron un riesgo cuatro veces mayor de mortalidad. Aquellos que tomaron la mayor cantidad de dosis (más de 132 en un año) tuvieron cinco veces más probabilidades de morir, lo que indica que el nivel de riesgo se elevó en conjunto con dosis cada vez mayores. Estas asociaciones se encontraron en todos los grupos de edad, pero fueron mayores en las personas de entre 18 y 55 años.
Las pastillas para dormir aumentan ocho veces el riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con insuficiencia cardíaca. Los problemas para dormir son un efecto secundario frecuente de la insuficiencia cardíaca y es común que se receten pastillas para dormir a los pacientes cuando se les da el alta hospitalaria.
Las personas que tomas pastillas para dormir deben someterse a chequeos clínicos rutinarios para controlar su presión arterial. Esto es así, debido al riesgo a que esta suba con la ingesta de estos medicamentos.