07 de agosto del 2020
El hecho de no acordarnos de lo que soñamos suele llamar bastante la atención a muchas personas ya que se dice que los sueños nos brindan mucha información acerca de nuestro inconsciente y de como vivimos aquellas situaciones por las que estamos atravesando. Por otro lado, están las personas que saben que han soñado y terminan frustrándose ya que no se acuerdan que fue exactamente lo que soñaron. A continuación, te mostramos las principales razones:
Según el padre del psicoanálsis, Sigmund Freud, cuando no recordamos lo que hemos soñado es señal de que estamos reprimiendo nuestras emociones y sentimientos. Al estar relacionado lo que sentimos y todo lo que experimentamos y vivimos con lo que soñamos, cuando nos encontramos atravesando situaciones difíciles o que conscientemente evadimos, en los sueños lo vamos a representar, sin embargo nos vamos a olvidar de ello. Es decir, el no acordarnos de nuestros sueños sería como un mecanismo de defensa que nos protege de todo aquello que nos cuesta aceptar.
Se dice también que podemos no estar recordando lo que soñamos debido a que aquello que nos ocurre durante el sueño es sumamente incomprensible para nuestra mente consciente. Puede ser por ejemplo que soñemos cosas muy fantasiosas o que tengamos uno o varios sueños que pareciera que no tuvieran sentido o relación entre sí y por lo tanto no podamos trasladarlos a nuestra mente consciente con facilidad.
Según un estudio realizado por un equipo de neurocientíficos, se ha encontrado que las personas que recuerdan lo que sueñan tienen más activa el área temporo-parietal del cerebro, la cual hace referencia a la atención que presta una persona hacia sus estímulos externos, lo cual también tiene que ver con la frecuencia con la que suelen despertarse durante el sueño.
Existen algunas pautas que podemos seguir y que nos pueden ayudar a recordar mejor aquello que soñamos. Algunos consejos que puedes llevar a cabo para comenzar a lograrlo son los siguientes:
Es necesario tener un sueño bastante reparador para que puedas recordar mejor tus sueños. Para ello es aconsejable que tengas un horario más o menos establecido para dormir y que trates de cumplirlo, no cenar demasiado antes de acostarte, que te vayas a la cama lo más tranquilo posible, no haber ingerido grandes cantidades de alcohol, dormir en un lugar que te sea lo suficientemente cómodo, entre otras cosas que te permitirán descansar tranquilo y relajar la mente antes de dormir.
Cuando te levantes por la mañana, tómate un tiempo para quedarte relajado en la cama pensando y meditando un poco acerca de lo que has soñado, tratando de acordarte de algo, sin presionarte. Que cuando suene tu alarma no sea para salir corriendo inmediatamente y no vayas con el tiempo justo. Date un tiempo para reflexionar e irte poco a poco activando y no de golpe.
En caso de que te ocurra que te levantas a mitad de la noche después de haber tenido un sueño, lo recuerdas con claridad, te vuelves a dormir y al otro día se te ha olvidado totalmente, lo mejor que puedes hacer es un pequeño registro en ese momento en el que te has despertado. Está claro que a esa hora no tendrás nada de ganas de ponerte a escribir todo lo que has estado soñando, sin embargo puedes dedicarte a escribir únicamente palabras clave que te ayuden al otro día a descifrar y a recordar con claridad por lo menos de que se trataba tu sueño. Es aconsejable que dejes listo un lápiz o bolígrafo y una libreta al lado de tu cama sobre la mesa de noche para que no tengas que estarte desplazando hacia algún sitio de tu casa a esa hora.
Simplemente te despiertas, enciendes tu lámpara de noche, lo anotas en la libreta que ya tienes previamente lista junto con el bolígrafo o lápiz, tomando en cuenta que serán únicamente palabras claves y listo. Procura que las palabras o frases claves que vayas a apuntar hayan sido bastante relevantes en el sueño que acabas de tener para que tengas una mayor seguridad de que al otro día vas a poder recordarlo. Cuando comienzas a llevar a cabo esta actividad seguido, poco a poco te vas a ir dando cuenta que te será más fácil recordar sin necesidad de estar anotando demasiado e incluso pueden haber ocasiones en las que te acuerdes sin haberlo hecho.