03 de agosto del 2020
Para entender las diferencias entre al autismo y el síndrome de Asperger lo primero es entender en qué consiste cada una de estas enfermedades de salud mental.
El síndrome de Asperger es un padecimiento que se encuentra ubicado dentro de los trastornos del espectro autista el cual afecta el desarrollo neurobiológico de la persona que lo padece. La persona con este trastorno muestra tener muchas dificultades en algunas áreas de su vida, las cuales tienen niveles de gravedad muy variables dependiendo del caso en particular.
Las personas con síndrome de Asperger tienen dificultades en el área social ya que les cuesta actuar de manera asertiva con las demás personas, en el área emocional, les cuesta mucho reconocer sus emociones y las de los demás por lo que carecen de empatía. También suelen ser también torpes físicamente por lo que actúan de manera estereotipada y no muestran alteraciones en el área cognitiva. En este otro artículo te contamos cómo tratar a un niño con Síndrome de Asperger.
El autismo es un trastorno neurobiológico complejo que está caracterizado por un déficit en el desarrollo permanente que afecta a la persona en distintas áreas de su vida como en la social, comunicativa y conductual. La persona que padece este tipo de trastorno presenta grandes dificultades para relacionarse con los demás, suelen aislarse rechazando en algunos casos totalmente el contacto físico y prefieren estar encerrados en sí mismos.
Tienen dificultades para expresarse por medio del lenguaje verbal y no verbal, en cuanto al no verbal suelen tener movimientos estereotipados y en el verbal les cuesta mucha hacer uso del lenguaje llegando en ocasiones al mutismo total o parcial. En cuanto al área cognitiva, suele ser frecuente que exista alguna discapacidad intelectual.
Entre las diferencias entre el autismo y el síndrome de Asperger podemos encontrar las siguientes:
El autismo se puede identificar y diagnosticar con frecuencia a edades muy tempranas. Los padres de un hijo(a) con autismo pueden empezar a sospechar de su existencia a partir de los 18 meses de vida ya que generalmente las alteraciones en el desarrollo que presenta son muy evidentes desde los 3 años. Por otro lado el síndrome de Asperger se suele diagnosticar a edades más avanzadas, por ejemplo alrededor de los 7 u 8 años de edad e incluso en ocasiones puede comenzar a identificarse en la adolescencia.
Los niños diagnosticados con autismo tienen problemas en su desarrollo cognitivo ya que es común que se presenten muchos casos en donde exista una discapacidad intelectual. Por otro lado, cuando se trata de personas diagnosticadas con síndrome de Asperger, generalmente no muestran ningún problema en el área cognitiva e incluso pueden llegar a tener un coeficiente intelectual por encima de lo normal.
Existen también diferencias en cuanto a la adquisición del lenguaje en ambos trastornos. En el caso del autismo, existe un evidente retraso en el desarrollo del lenguaje y generalmente las personas que lo padecen tienen un vocabulario muy pobre y limitado, llegando en ocasiones al mutismo total. Algunos niños con autismo pueden llegar unicamente a emitir sonidos. Por el contrario, los niños diagnosticados con síndrome de Asperger suelen adquirir un vocabulario considerado apto para su edad e incluso pueden hacer uso de un vocabulario más rico y extenso ya que en ocasiones pueden utilizar palabras más técnicas o elaboradas por lo que se les llega a considerar que son demasiado cultos.
Las personas con ambos padecimientos suelen tener problemas en la relaciones sociales debido a su gran dificultad para relacionarse de manera asertiva con los demás. Sin embargo existe un aspecto muy importante que los diferencia y es que los niños con síndrome de Asperger a diferencia de los niños con autismo realmente desean el contacto social y tener amistades y se frustran ante sus dificultades para lograrlo. Los niños autistas rechazan total o casi totalmente el contacto social, no les gusta tener amistades y por lo tanto no sienten frustración ni les preocupa la no interacción con los demás.
El desarrollo físico en los niños con autismo es considerado normal siendo coherente con su edad evolutiva. Sin embargo en el caso de los niños con síndrome de Asperger muestran un retraso motor lo que conlleva a que sus movimientos motores sean bastante torpes.
En ambos trastornos las personas que lo padecen suelen tener un interés obsesivos hacia ciertos temas. La diferencia radica en que en el caso del autismo, el interés se basa en un estímulo en concreto, sin embargo en el caso del síndrome de Asperger los temas de interés suelen ser más elaborados y la lista de temas también es más amplia.
Después de haber analizado con detalle las diferencias entre ambas condiciones, conoceremos de manera general las causas que los producen y las incidencias para que se presenten este tipo de padecimientos.
Las causas que provocan este tipo de padecimientos son similares. Ambos trastornos son provocados por una alteración genética, así como también por factores intrauterinos y de parto, como por ejemplo la anoxia que es la falta de oxígeno del feto durante el parto, lo cual trae como consecuencia que se produzca un desarrollo neurológico anormal.
También se ha encontrado que otro de los factores que pueden influir para que se presente este padecimiento son las infecciones durante el embarazo lo cual puede dar lugar a que se deterioren ciertas estructuras cerebrales implicadas en el desarrollo de las emociones y el aprendizaje.
En cuanto al número de incidencias o personas afectadas de este tipo de trastornos, se ha encontrado que en el caso del síndrome de Asperger el número es mayor, llegando a ser 2 y 3 veces más común que en el caso del autismo.