14 de abril del 2020
Según los resultados del estudio publicado recientemente en el Journal of Psycopharmacology, el consumo de éxtasis ocasiona problemas en la fluidez verbal, la memoria de trabajo y la velocidad en el procesamiento de la información. Estos efectos se mantienen en el tiempo y hasta podrían no desaparecer cuando se interrumpe el consumo.
El éxtasis es una droga de diseño, estimulante, derivada de las anfetaminas y, aún siendo ilegal, es muy popular entre los jóvenes que la toman de forma recreativa en situaciones de ocio. Aunque es una droga que en principio no causa dependencia física, los investigadores del IMIM han llevado a cabo un seguimiento de personas consumidoras de éxtasis durante dos años y han puesto de manifiesto que los efectos nocivos del consumo de éxtasis perduran en el tiempo. Esta droga de diseño afecta principalmente algunas de las funciones superiores del cerebro y, por lo tanto, su consumo puede comportar riesgos importantes para la salud. Estudios preliminares en animales de laboratorio habían mostrado la neurotoxicidad que la droga causaba al cerebro. Hasta ahora, otros estudios realizados en humanos no habían llegado a resultados definitivamente concluyentes.
Según Rafael de la Torre, coordinador del Grupo de Investigación Clínica en Farmacología Humana y Neurociencias del IMIM “atienden los efectos relacionados con la dosis de droga ingerida, la memoria es el aspecto cognitivo mas alterado a medida que se aumentan las dosis de éxtasis consumidos. Estos déficits, aún siendo subclínicos, tienden a persistir en el tiempo, especialmente en aquellas personas con un mayor consumo (mas de 100 pastillas)”. Las pruebas de neuroimágen y las analíticas bioquímicas realizadas coinciden en que los consumidores de éxtasis presentan niveles bajos del neurotransmisor serotonina, la cual cosa correlaciona bien con los efectos secundarios descritos después del consumo de la droga (depresión, mal humor, astenia, etc.). Así mismo, el estudio también ha mostrado que todos los déficits cognitivos observados, se potencian cuando el consumo de éxtasis tiene lugar juntamente con el consumo de canabis.
Para llegar a estas conclusiones, se seleccionaron 37 personas consumidoras habituales de alguna de las variedades existentes de éxtasis que además consumían canabis; 23 personas consumidoras sólo de canabis y 34 personas no consumidoras que actuaron como controles. Durante dos años se evaluaron los participantes cada seis meses. A cada visita se pidieron 72 horas de abstinencia en la toma de sustancias psicoactivas y se recogieron los datos relativos al consumo de drogas; se realizaron exámenes médicos, análisis bioquímicos y valoraciones psiquiátricas y neuropsicológicas. Los 24 meses, de los 94 participantes, 60 habían completado el estudio (de cada grupo 22, 13 y 25, respectivamente).
Estos resultados vienen a confirmar las conclusiones de un estudio realizado recientemente por el mismo grupo de investigadores donde evaluaron las alteraciones cognitivas y electrofisiológicas asociadas al consumo sostenido de éxtasis por el cual se hizo el seguimiento de personas consumidoras de éxtasis durante un año.
El Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar) está llevando a cabo distintos estudios clínicos relacionados con el consumo de drogas que se proponen investigar variables genéticas, neuro-psicológicas y psiquiátricas asociadas con la vulnerabilidad y efectos del consumo de substancias de abuso, dado el incremento continuado del consumo de sustancias psicoactivas en la sociedad actual, especialmente en la población mas joven.