15 de octubre del 2019
El culto al cuerpo, los ideales de belleza perfectos y la preocupación excesiva por una salud óptima son algunos factores que pueden conducir a la persona a llevar la conducta del ejercicio a límites insospechados hasta convertirse en una obsesión y desarrollar así una posible enfermedad.
Sabemos de los múltiples beneficios físicos y emocionales para nuestra salud que el ejercicio nos puede ofrecer, entre los cuales destacamos la prevención de numerosas patologías. Pero también existe amplia evidencia de cómo el ejercicio practicado de manera compulsiva o excesiva se puede convertir en una conducta adictiva con serios riesgos para la salud.
¿CÓMO SE CLASIFICA ESTA ADICCIÓN?
Bajo el término “adicción al ejercicio” o dependencia del ejercicio podemos encontrar:
- La adicción primaria al ejercicio, que no está catalogada como un desorden mental como tal, pero sí como una condición en la que la persona se involucra en un ejercicio excesivo convirtiéndose en una conducta adictiva como tal. Aquí conviene destacar algunas de las correspondientes características de un comportamiento adictivo, entre las cuales encontramos: dependencia, falta de control interno y efectos negativos sobre la salud al igual que otras adicciones descritas como la adicción al tabaco o al alcohol.
- La adicción al ejercicio catalogada como secundaria, muy común en el contexto de los trastornos de la conducta alimentaria, donde el ejercicio se utiliza de forma excesiva o compulsiva. En estos casos, el ejercicio realizado de forma excesiva actúa como síntoma mantenedor del trastorno alimentario.
- La adicción al ejercicio, a pesar de tratarse de un trastorno conocido desde hace décadas, aún no se contempla en el DSM-5. En cualquier caso, hablamos de adicción al ejercicio en términos generales aplicado a aquellas personas en las que el ejercicio se convierte en una obligación o se realiza en exceso, olvidando la función placentera o de disfrute como práctica saludable. Como consecuencia, la conducta implica riesgos para la salud y tiene un componente adictivo.
SEÑALES DE ALARMA Y CARACTERISTICAS DE LA ADICCION AL EJERCICIO FISICO
Existen múltiples estudios que han aportado conocimiento útil y clarificador para entender lo que podemos considerar un caso de adicción al ejercicio. Tales casos se caracterizan por la presencia de:
- Una frecuencia e intensidad muy elevadas en la práctica del ejercicio que perjudica el estado de salud o lo compromete.
- Tendencia a no respetar los días de descanso físico.
- Conductas de sobre-entrenamiento o sobre-esfuerzo como, por ejemplo: doblar entrenos o practicar varias sesiones en un mismo día.
- Conductas de riesgo para la salud como realizar entrenos contraindicados por presencia de lesiones o enfermedades esporádicas.
- Aparición de pensamientos compulsivos para practicar ejercicio continuamente.
- El ejercicio se convierte en el principal centro de la vida de la persona o bien su vida diaria empieza a organizarse o girar en torno a esta práctica.
- Síntomas físicos y sobre todo psicológicos y emocionales en situaciones de privación o incapacidad de ejercicio (conocido como síndrome de abstinencia).
- Aparecen deficiencias en determinadas áreas de la vida de la persona como consecuencia del exceso de dedicación al ejercicio físico.
- Incapacidad para llevar las funciones vitales con cierta normalidad.
- Preocupación excesiva cuando no se puede llevar a cabo el ejercicio como se desea.
- Falta de control y excesiva rigidez en la conducta aplicada al ejercicio físico.
Por tanto, la adicción al ejercicio precisa un abordaje basado en una intervención psicoterapéutica y en el tratamiento resulta fundamental que la persona pueda tomar consciencia de los efectos adversos que el ejercicio excesivo le está provocando en todos los aspectos de su vida, y de cómo disminuyen su calidad de la misma.