23 de agosto del 2019
Por suerte, esa no es toda la historia. Cerca de dos millones de estadounidenses son adictos a los opioides. Sin embargo, muchos más han superado su adicción. Un gran estudio demográfico nacional reveló que casi todas las personas que alguna vez cumplieron con los criterios del trastorno de consumo de opioides alcanzaron la remisión en algún momento de su vida, y la mitad de ellos se recuperaron en un periodo de cinco años. Aunque la heroína y el fentanilo callejero son más peligrosos, la mayoría de quienes evitan sobredosis fatales se recupera de la adicción.
Para aumentar las probabilidades, debemos reconocer y abogar por la recuperación, así como la amplia variedad de formas que puede adoptar. En los medios y la cultura pop, cuando se llega a ver a personas que se están recuperando, generalmente aparece un estereotipo: alguien que va a rehabilitación y después se abstiene de todas las drogas gracias a los programas de doce pasos como Narcóticos Anónimos.
Además, muchos de los que se recuperan lo hacen al someterse a tratamientos profesionales con medicamentos como la metadona o la buprenorfina, no mediante la abstinencia. Los estudios, entre ellos uno de todos los pacientes en el Reino Unido que recibieron tratamiento para la adicción a los opioides entre 2005 y 2009, muestran que las terapias con esos dos medicamentos son las únicas que reducen la mortalidad a la mitad o más cuando se usan a largo plazo y reducen los índices de recaída más que un enfoque basado en la abstinencia.De hecho, hay otras maneras más comunes de recuperarse. Casi la mitad de quienes sufren una adicción a los opiáceos controlados, por ejemplo, pueden recuperarse sin un tratamiento formal ni participar en grupos de autoayuda.
Otras personas eligen su propio camino. Encontramos nuevas pasiones en las relaciones, la paternidad, la cultura, el ejercicio, el trabajo, el arte, la espiritualidad, el activismo y el servicio comunitario. Algunos se recuperan principalmente aprendiendo mejores maneras de manejar el trauma y las enfermedades mentales que subyacen en muchas adicciones. Algunos incluso atacan su adicción a los opioides consumiendo marihuana o drogas psicodélicas.
Como alguien que sufrió una adicción a la heroína, me gustaría presentarles a algunas personas que han seguido distintos procesos para salir de su dependencia. Mi recuperación de casi treinta años comenzó con terapias tradicionales de rehabilitación y abstinencia, que practiqué durante trece años. Sin embargo, ahora incluye el uso médico de antidepresivos, ejercicio, relaciones sólidas, el compromiso serio con mi trabajo y el consumo moderado de algunas sustancias legales.
Creo que las personas como yo ya no pueden seguir calladas… nuestras historias son el único antídoto ante este panorama de adicciones que omite la etapa de recuperación.Por suerte, esa no es toda la historia. Cerca de dos millones de estadounidenses son adictos a los opioides. Sin embargo, muchos más han superado su adicción. Un gran estudio demográfico nacional reveló que casi todas las personas que alguna vez cumplieron con los criterios del trastorno de consumo de opioides alcanzaron la remisión en algún momento de su vida, y la mitad de ellos se recuperaron en un periodo de cinco años. Aunque la heroína y el fentanilo callejero son más peligrosos, la mayoría de quienes evitan sobredosis fatales se recupera de la adicción.
Para aumentar las probabilidades, debemos reconocer y abogar por la recuperación, así como la amplia variedad de formas que puede adoptar. En los medios y la cultura pop, cuando se llega a ver a personas que se están recuperando, generalmente aparece un estereotipo: alguien que va a rehabilitación y después se abstiene de todas las drogas gracias a los programas de doce pasos como Narcóticos Anónimos.
Además, muchos de los que se recuperan lo hacen al someterse a tratamientos profesionales con medicamentos como la metadona o la buprenorfina, no mediante la abstinencia. Los estudios, entre ellos uno de todos los pacientes en el Reino Unido que recibieron tratamiento para la adicción a los opioides entre 2005 y 2009, muestran que las terapias con esos dos medicamentos son las únicas que reducen la mortalidad a la mitad o más cuando se usan a largo plazo y reducen los índices de recaída más que un enfoque basado en la abstinencia.
Otras personas eligen su propio camino. Encontramos nuevas pasiones en las relaciones, la paternidad, la cultura, el ejercicio, el trabajo, el arte, la espiritualidad, el activismo y el servicio comunitario. Algunos se recuperan principalmente aprendiendo mejores maneras de manejar el trauma y las enfermedades mentales que subyacen en muchas adicciones. Algunos incluso atacan su adicción a los opioides consumiendo marihuana o drogas psicodélicas.
Como alguien que sufrió una adicción a la heroína, me gustaría presentarles a algunas personas que han seguido distintos procesos para salir de su dependencia. Mi recuperación de casi treinta años comenzó con terapias tradicionales de rehabilitación y abstinencia, que practiqué durante trece años. Sin embargo, ahora incluye el uso médico de antidepresivos, ejercicio, relaciones sólidas, el compromiso serio con mi trabajo y el consumo moderado de algunas sustancias legales.
Creo que las personas como yo ya no pueden seguir calladas… nuestras historias son el único antídoto ante este panorama de adicciones que omite la etapa de recuperación.
Fuente: https://www.nytimes.com/es/2018/09/05/superar-adicciones-recuperacion/