16 de abril del 2019
La mayoría de los estudios sostienen que las características de un workaholic, una persona adicta al trabajo, pueden agruparse en las siguientes categorías:
Tendencias compulsivas: trabajan intensamente y tienen dificultades para relajarse.
Necesidad de tener el control excesivo y malestar interferente cuando no obtiene el rendimiento esperado, no controla la situación o las cosas no son como él esperaba.
Escasas relaciones interpersonales con el resto de los compañeros.
Incapacidad para delegar tareas y para trabajar en equipo.
Autovaloración centrada en el trabajo y no en el resto de su vida. Se puntúan según les ha ido su jornada laboral y por los éxitos o fracasos alcanzados en su empleo.
Diagnóstico de la adicción al trabajo
Los síntomas de la persona adicta al trabajo pueden agruparse por tres grandes sistemas de respuesta:
Cognitivos: ansiedad e irritabilidad, tristeza, necesidad creciente de trabajar más y dedicarle más tiempo al trabajo, preocupaciones relacionadas con el rendimiento laboral de forma persistente, agobio, etcétera.
Fisiológicos: estrés, insomnio, dolores de cabeza, tensión muscular, disfunciones sexuales… A largo plazo estos síntomas pueden dar lugar a trastornos psicofisiológicos como la hipertensión, así como fomentar el consumo de sustancias poco recomendables.
Motores: aparece una necesidad imperativa de llevar a cabo muchas tareas, no olvidando ningún aspecto de las mismas. Son incapaces de no trabajar, dejando por ello de lado amigos y familia.
Fuente: https://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/trabajo-y-tiempo-libre/como-identificar-si-eres-adicto-al-trabajo