20 de marzo del 2019
No creo ser la única que se enfrenta a esta realidad, de hecho tengo una prima que recién llegó de Cuba, y allá es un lujo invertir el dinero en comprar refrescos, sin embargo desde que ella llegó los refrescos y los jugos son sus favoritos. Y no estamos solas, en el 2009 a nivel mundial casi 131 billones de litros de Coca Cola fueron consumidos, si sumaremos otras bebidas el número se volvería simplemente impronunciable.
Sin embargo y aunque sabemos todos que no son la mejor opción ni para hidratarnos, alimentarnos, mucho menos se puede decir de ellos que sean saludables, por su alto contenido de azúcares y por los químicos que contienen, continuamos consumiéndolos sordos y ciegos a esta realidad, por lo que surge entonces la más lógica de las interrogantes, ¿Por qué nos volvemos adictos a los refrescos?
Desde pequeños nuestros papás nos hacen comer en exceso y crecemos con la idea de que llenarse es bueno. Los refrescos además de su sabor agradable, tienen la particularidad de darnos esa sensación de satisfacción que tanto buscamos en todas las cosas, y principalmente en las comidas.
No es secreto que el azúcar es adictiva, cuando comemos o tomamos algo dulce nuestro cuerpo se siente eufórico, de ahí que las bebidas azucaradas sean por lo general las preferidas, aunque muchas veces ni siquiera quitan la sed. Y es que el arma secreta del azúcar es que hace a nuestro cuerpo segregar serotonina, ni más ni menos que la llamada hormona de la felicidad.
Fuente: https://www.familias.com/por-que-nos-volvemos-adictos-a-los-refrescos/