04 de marzo del 2019
Drogas, alcohol, cigarrillos, noche, peligros y excesos son los fantasmas con los que una gran parte de la población de padres de adolescentes debe lidiar diariamente. Con la entrada de los hijos a la adolescencia se inicia un periodo de experimentación de nuevas sensaciones y comportamientos, esto sumado a la necesidad de pertenecer al grupo de pares reafirma el temor de los adultos por este “desconocido” mundo juvenil.
Los medios de comunicación sólo le siguen sumando puntos al miedo de los padres. Largas jornadas dedicadas a los accidentes o hechos de violencia ocurridos por consumo excesivo de sustancias generan una sensación de indefensión colectiva en la que nada se puede hacer por mejorar, y donde la única solución que se vislumbra es quedarse en la casa.
Pero ¿qué es el consumo de drogas?
Por consumo de drogas se define a todo consumo de sustancias legales e ilegales que alteren el funcionamiento del Sistema Nervioso. De este modo, los cigarrillos, alcohol, medicamentos y sustancias ilícitas son drogas que, según sus características, intervienen de diferentes formas en nuestro cerebro.
Un primer paso entonces es aclarar que consumir drogas es consumir cualquiera de estas sustancias. La legalidad o ilegalidad de las mismas tiene que ver con determinaciones legislativas de cada país, sin tener ningún tipo de relación con sus efectos sobre el cuerpo, pues TODAS modifican al Sistema Nervioso.
Otra aclaración pertinente hace relación con la frecuencia de su consumo. Sus grados van desde el consumo esporádico que no implica ningún tipo de dependencia de las sustancias, hasta la adicción, que es cuando el consumo interfiere negativamente en la vida de una persona, impidiendo el normal desarrollo de sus actividades.
Fuente: https://www.guioteca.com/adolescencia/drogas-y-jovenes-%C2%BFcual-es-el-rol-de-los-padres/