14 de febrero del 2019
El alcohol es el tipo de droga más consumida en España y su uso está legalizado y socialmente aceptado, hasta el punto de que muchas actividades sociales son difíciles de imaginar sin alcohol: encuentros con amistades, navidades, fiestas nocturnas… Pero su consumo excesivo puede dañar la salud, incluso antes de que se presente una adicción al alcohol.
En España se estima que la prevalencia de alcoholismo se encuentra entre 5 y 7%, lo que podría corresponder a más de 2,5 millones de españoles. Una persona de cada diez presenta el cuadro típico del alcoholismo: bebe tanto alcohol que pone en peligro su salud, es incapaz de controlar su consumo, y probablemente presenta problemas personales y sociales debido a su abuso.
El alcohol, además de los propios consumidores, provoca víctimas indirectas: cada año mueren muchas personas en accidentes de tráfico provocados por conductores en estado de embriaguez, y muchos niños vienen al mundo con malformaciones debido a que su madre consumió alcohol durante el embarazo. Las consecuencias del alcoholismo, además, afectan directamente a las familias y entorno cercano de la persona con adicción, pudiendo ocasionarles graves problemas personales, financieros y sociales.
La buena noticia es que existen muchas y diferentes opciones de tratamiento para el alcoholismo, teniendo en cuenta la situación personal de la vida del alcohólico, y facilitando su desintoxicación.
Fuente: https://www.onmeda.es/adicciones/alcoholismo.html