19 de octubre del 2018
Resulta más que evidente que la falta de información no es la causa del consumo de alcohol de nuestros adolescentes y jóvenes; ahí están las constantes campañas preventivas, emprendidas por colegios, instituciones, organizaciones... con resultados, a juzgar por los actuales datos de consumo, poco alentadores, lo que nos lleva a plantearnos, una vez más, la eterna pregunta: ¿por qué beben los adolescentes? “Normalmente, las principales razones por las que beben suelen ser por superar la timidez, por presión social, para integrarse en el grupo -a estas edades la pertenencia a un grupo es vital para ellos- y por imitación de los adultos”, responde el pediatra Pedro Orós, que nos recuerda, además, que “recientes estudios relacionan el consumo de alcohol con problemas derivados de su influencia negativa en el desarrollo de la formación cerebral, propia de estas edades, sobretodo en el campo del aprendizaje, la memoria e, incluso, en la conducta”. Todos sabemos que el alcohol es la droga más consumida por adolescentes y jóvenes, pero lo que seguramente desconocemos es que “probar el alcohol antes de los 12 años, aunque sea solo una vez, eleva en un 60% las probabilidades de abusar de la bebida cuando se es adulto”, añade Joaquín Martínez, experto en prevención.
Algunos datos alarmantes
Según datos recientes manejados por los expertos, cerca del 40% de los menores practica botellón y la mitad de ellos lo hacen con bebidas de alta graduación alcohólica, cuyo consumo ha aumentado un 20% en los últimos diez años. “Pero lo peor es que cerca de un 13% de los padres se muestra partidario de que, en el entorno familiar, los niños consuman pequeñas cantidades de bebidas alcohólicas en ocasiones especiales -apunta Orós-. Deberían saber que Los adolescentes que comienzan a beber a temprana edad corren un grave riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, sufrir accidentes, depresiones e, incluso, suicidios”. Y qué decir ya sobre las nuevas modas de consumir alcohol: ‘binge drinking’ o atracón, ‘eyeballing’, echando el alcohol en los ojos… y otras barbaridades similares o peores, que “acarrean graves peligros para la salud”.
En Aragón, según los datos de la encuesta ESTUDES 2014-2015, realizada con una muestra de 2.710 estudiantes de 14 a 18 años en 69 centros educativos, el 83% de los jóvenes encuestados ha consumido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida, el 69,7% admite haber bebido en los últimos 30 días y el 57,7% se ha emborrachado alguna vez. Y, si hablamos de la primera borrachera, la media de edad se sitúa en los 14 años.
¿Y qué opinan los jóvenes?
De los comentarios de los especialistas se desprende que la mayoría piensa que las medidas prohibitivas pueden provocar efectos contrarios al deseado y que las más eficaces son las educativas y preventivas. “Un gran porcentaje de adolescentes no cree que consumir 4 o 5 copas durante los fines de semana pueda ocasionar problemas de salud; también piensan que tomando 2 o 3 copas se puede conducir sin peligro” dice Joaquín Martínez .
¿Qué podemos decirles a nuestros hijos para que no beban?
“Lo mejor es hacerles ver y comprender a lo que se enfrentan”, nos dicen:
El alcohol puede generar problemas sexuales.
Engorda muchísimo.
Causa problemas de personalidad: agresividad, irritabilidad...
Enfermedades digestivas, cardíacas, de transmisión sexual, cirrosis, cáncer... tanto a corto como a largo plazo.
Embarazos no deseados, en relación con las alteraciones de la conducta que se producen en estados de alcoholismo.
Pérdida de memoria. El consumo de alcohol va a afectar, y mucho, en sus estudios.
Dependencia.
Accidentes de tráfico.
Coma etílico.
Resaca. Ese terrible dolor de cabeza, acompañado de acidez de estómago.
En definitiva, que puede llegar a arruinar sus vidas y la de los que les rodean, principalmente sus familias.
Fuente: https://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2017/05/01/adolescentes-alcohol-combinado-peligroso-1172155-310.html