09 de marzo del 2018
Las muertes por arma de fuego en un gran porcentaje están relacionadas con la venta del cristal como droga al menudeo, por lo barato y adictivo y las ganancias que genera, asegura en entrevista el director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Hugo Mendoza Castellanos.
Los delincuentes buscan el dinero, pero cuando su capital se ve afectado por otras personas, deciden eliminar al enemigo, sostiene el jefe de la Agencia Estatal de Investigaciones.
Explica que la relación de homicidios en noviembre de 2017, en la zona centro que abarca: Chihuahua, Delicias, Ojinaga, General Trías, Satevó, hasta Camargo, registró un total de 34 casos y vinculados con el crimen organizado fueron 25.
“Quiere decir que más de la media está enlazada con la delincuencia, otro ejemplo en diciembre, hubo 65 homicidios y 57 estuvieron asociados directamente con la delincuencia organizada, hay una relación muy constante”, aseguró.
En el mes de enero, arguye, se registraron 66 homicidios de los cuales 51 estuvieron unidos con el crimen organizado. “Entonces, quiere decir que ahí tenemos el problema. Esta delincuencia organizada ataca sociedades desorganizadas, que no han tenido los esquemas de prevención o de cultura de legalidad”.
Las personas que trabajan en este sistema de venta de droga al menudeo están muy bien organizados en microcélulas, incluso para privar de la vida a las personas que son su objetivo, pero es un trabajo complejo, porque una persona entrega el arma, otra se encarga de señalar a las víctimas, otra más encubre a quien realiza el homicidio.
Uno de los problemas que está involucrado con los homicidios es el libre tránsito de armas, por lo que se tiene que “detener ese circulante de armas” que ingresa por las fronteras que el estado de Texas tiene con Chihuahua y con otras entidades.
Existe la percepción todavía de que “el que no transa no avanza”, y ello supone términos coloquiales para justificar muchas cuestiones.
La violencia, establece, es muy distinta en diferentes fases. Una cosa es la violencia familiar y otra es la violencia de la delincuencia, que se da por el circulante de armas.
“Pero mientras un ciudadano quiera tener armas, para la legítima defensa, o armas para la delincuencia, entonces ambos factores tienen que controlarse, y entre mayor cantidad de armas exista los niveles de violencia son mayores”, sostuvo.
NO ES UN PROBLEMA DE POLICÍAS
En México es atendido desde que se aprobó la Ley Nacional contra el Narcomenudeo en el 2009 y desde el 2012 el Estado y los municipios tienen autorizado investigar el suministro, comercio y posesión de drogas en cantidad mayor a la permitida para el uso personal. Ello con la finalidad de detectar desde la última etapa de distribuidor y en los grupos vulnerados. Las autoridades, aseguró, debemos de atender esta problemática, pero no es un problema de policías, es un problema social.
Mendoza Castellanos sostiene que este es un problema de políticas públicas que el estado genera que impacten en la población, es lo que va a generar que la policía no tenga que intervenir.
“Si no se dan estas condiciones, es cuando interviene la policía, porque hay una acción clasificada, que puede considerarse como un delito, que hay un reproche social y que es cuando la autoridad tiene que acatar, quiere decir que la causa principal es que las políticas sociales no están impactando a la población en el bienestar social que deben de tener”, aclara.
LA DELINCUENCIA ESTÁ ORGANIZADA, PERO LA SOCIEDAD NO
Para el director de la Agencia Estatal de Investigaciones, la sociedad no está organizada para hacer frente al problema de las drogas, porque los padres no ponen la suficiente atención a sus hijos y a los problemas más elementales para evitar que éstos puedan caer en las garras del consumo de diversos tipos de sustancias.
La educación parte de la casa y culmina en la escuela, no es inverso. La educación en la familia es medular para evitar que los jóvenes puedan caer en el consumo y adicción a las drogas y más hoy que existen drogas sintéticas que causan grandes daños al organismo.
DÓNDE SE VENDE
Existen diversas zonas de la ciudad en donde se vende el cristal y una de las más conflictivas para las autoridades es el centro de la ciudad, a donde diariamente acude población flotante en busca de diversión y entre ese esparcimiento está también el comprar y consumir la droga, que los vendedores ofrecen en diversos puntos y hasta en bares a donde se introducen para lograr la compraventa.
Mendoza Castellanos asegura que, en coordinación con la Policía Municipal, se han atendido las zonas de riesgo conocidas como polígonos. “La zona centro es una de las partes más conflictivas, primero por la cantidad de bares, segundo por la movilidad que tiene, hay muchas vías de comunicación, y tercero porque es una población muy flotante, desde gente que viene a comerciar, que se quedan en hotel y que en un momento dado quieren salir a divertirse y la oferta y la demanda de lo que se pueda encontrar en el centro desde un artículo comercial, un servicio sexual, o una droga como el cristal que es la más económica y la más dañina”.
La periferia, señala, son varias de las zonas donde también operan los distribuidores de esta droga. Los vendedores de droga también operan en diversas zonas de la ciudad como lo es el sur y colonias del norte de Chihuahua.
“Los grupos delictivos Aztecas o Mexicles no son de la capital, vienen de Ciudad Juárez, de El Paso, Texas, que se incorporan como brazos armados de algún cártel y los jefes de ellos dan la instrucción de que bajen a la ciudad, cuando la autoridad reacciona en el norte del estado y les empezamos a pegar y en Chihuahua continúan con la actividad con los grupos que tienen”, precisa.
Estas pandillas son las que ahora controlan la distribución. “Esos pandilleros tienen un sistema muy funcional, trabajan en células pequeñas y han aprendido que las autoridades son rígidas y reactivas y lo que hacen es distribuirse las tareas para evitar ser vinculados”.
Esto les da resultado a las células, hasta por las cuestiones legales, porque en el nuevo Sistema de Justicia Penal, las autoridades deben de tener todas las pruebas para vincular a los detenidos a un hecho delictivo.
“Esa mutación de los cambios operativos de la delincuencia generan más escenarios complejos para atender de una manera más rápida y eficiente en virtud de que se busca a uno o dos delincuentes y resulta que es red de 10 ó 15 vinculados con el mismo evento”, concluye.
QUÉ CONTIENE EL CRISTAL
La droga química cristal contiene, entre otras cosas, ácido muriático con el que se lavan los baños, así como ácido sulfúrico, que se obtiene de las baterías o acumuladores para autos y sosa cáustica.
El cristal como droga no trae un grado farmacéutico, trae muchos contaminantes, muchos elementos que generan y que dan una complejidad y mortalidad muy delicada, como el raticida, que tiene un anticoagulante que usan por ejemplo para buscar la vía intravenosa. La cuestión de la diversificación que tiene esta droga es que puede ser ingerida, inhalada, fumada o inyectada.
El uso de metanfetaminas y esta droga lleva a un proceso de destrucción de la salud y ocasiona disminución del apetito, náuseas, falta de sueño, fiebre y alteración cardiaca, entre otros padecimientos.
Luego de varios días, quien la consume empieza a sentir ataques de pánico, alucinaciones, convulsiones, se torna agresivo y puede morir por sobredosis.
Quien sobrevive la primera etapa, sufre consecuencias más graves, ya que el cerebro se hace más pequeño, lo que conlleva a la falta de memoria, problemas en los riñones, pulmones y en el hígado, incrementándose la posibilidad de un infarto o derrame cerebral.
Fuente
https://www.elheraldodechihuahua.com.mx/local/-951124.html