25 de enero del 2018
Ciudad de México.- Los problemas de alcoholismo y drogadicción que padecen millones de mexicanos han detonado en muchos casos en la desintegración de la familia, la ruina económica, enfermedades físicas y mentales, el rechazo de la sociedad. Lo más grave es que bajo los efectos de esas drogas se han cometido crímenes, violaciones, robos o surgen accidentes con consecuencias graves para víctimas y victimarios.
Así lo explica Omar Cervantes Rodríguez en el libro de su autoría: La Alegría de Vivir, presentado en la capital del país, donde asistieron especialistas en problemas de adicciones, terapeutas y algunos miembros de agrupaciones de Alcohólicos Anónimos; afirman que la recuperación del enfermo es más fácil por la vía espiritual, siempre y cuando el adicto así lo desee.
La Organización Mundial de la Salud determinó que el alcoholismo y la drogadicción son enfermedades -no son vicios como así se catalogaron durante años- y que derivado de ello cada año mueren en el mundo 3.3 millones de personas ya que la ingesta de esas drogas son causal de más de 200 enfermedades físicas y mentales. AA dice que son enfermedades incurables, progresivas y mortales y el enfermo tiene asegurado el hospital, la cárcel o el panteón.
Cervantes narró cómo muchos adictos al alcohol o las drogas pueden tener una recuperación, más no una cura, pero bajo el concepto espiritual: "depositando su voluntad y su vida en manos de un Poder Superior".
"Que se intensifiquen las campañas de prevención en escuelas y hogares para evitar que niños y jóvenes sean atrapados por esas adicciones, de no ser así pasarán del placer al sufrimiento, pero no solamente ellos sino sus familias, su entorno social", comentó.
El también comunicólogo habla en "La Alegría de Vivir" de las campañas de prevención, orientación al enfermo y sus familias, así como del tratamiento que debe seguir. Sugiere que el enfermo que desee salir de esas adicciones primero debe reconocer que tiene el problema y luego integrarse a algún grupo de autoayuda como los AA o ponerse en manos de algún especialista en adicciones.
Autor:Felipe Barrera Jaramillo