10 de marzo del 2017
De acuerdo con los investigadores del Instituto de Física Aplicada de la Academia de Ciencias de Rusia, la Escuela Normal Superior de París y la Universidad de Indiana (EEUU), las bebidas alcohólicas rompen el equilibro de las neuronas que segregan 'la hormona del placer'.
La síntesis de dopamina lleva a la formación de determinados hábitos, entre ellos el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, es necesario un balance específico de señales para que se garantice el comportamiento adecuado de una persona, señala el estudio.
"El alcohol puede cambiar la actividad de las neuronas en la corteza prefrontal del cerebro, así como las características de las propias neuronas que segregan dopamina. El estímulo vinculado con el consumo de alcohol no tiene en realidad tanta importancia en la motivación y el comportamiento, si bien a causa de la dopamina sí la acaba ejerciendo", pone de relieve la investigación.
De este modo, bajo la influencia del alcohol, la dopamina influye en el llamado 'centro de satisfacción', ubicado en el cerebro, causando una sensación de anticipación y placer. Posteriormente, la dependencia se intensifica debido a los efectos de la dopamina.
Fuente - mundo.sputniknews.com
10/03/2017