27 de febrero del 2017
Escuchar música puede ser relajante, motivante y hasta catártico, una buena canción puede cambiar tu día, ayudarte a concentrarte, calmar tus ataques de ira en el tránsito y evitar que te distraigas en el trabajo pero, al parecer, la música, es más poderosa de lo que pensábamos y una sola canción puede imitar el efecto de consumir drogas en nuestro cerebro sin poner en riesgo nuestra salud.
Todos sabemos que las drogas destruyen nuestro cuerpo y nuestra habilidad de actuar como humanos normales (si no nos creen pregúntenle a Ozzy Osbourne), pero a pesar de todos los daños que sabemos que causan hay quienes se vuelven completamente adictos a la sensación que producen, por ende son incapaces de dejar de usarlas, esto es porque al consumirlas o alimentar una adicción tu cerebro libera endorfinas que te hacen sentir bien casi al instante.
Un estudio de la Universidad McGil reveló que para tener esa sensación de bienestar y liberar una dosis poderosa de opioides naturales y endorfinas lo único que tenemos que hacer es ponernos unos audífonos y escuchar nuestras canciones favoritas.
En el estudio, los científicos, pidieron a un grupo de personas seleccionar dos canciones que les produjeran una sensación de placer y otras dos canciones neutrales (que no los hicieran sentir especialmente bien, pero tampoco mal), durante el estudio se les administro también una droga conocida como naltrexona (NTX), que bloquea los efectos de las drogas, y se monitoreó su actividad y ondas cerebrales para identificar qué es lo que pasa con el cerebro humano al escuchar una canción y si la reacción es similar a la que se produce al realizar otras actividades relacionadas con la sensación de placer y la producción de sustancias químicas que nos hagan sentir bien.
Los científicos descubrieron, a través de un monitorio constante, que escuchar música, sin importar su género o estilo, puede regular los niveles de serotonina, dopamina y oxitocina, asociados con las sensaciones de placer y bienestar, al igual que lo hacen las drogas, el sexo y la comida, e imitar los efectos que sentimos con las drogas sin necesidad de usarlas.
Generalmente lo que nos causa adicción no son las drogas en sí, si no es ese sentimiento de bienestar que hace imposible dejar de hacer todas esas cosas, nada sanas, que nos hacen sentir un rush de adrenalina que engaña a nuestro cerebro y le hace creer que nos sentimos bien aun cuando no sea cierto. El estudio de la universidad demuestra que la música podría ser parte un tratamiento efectivo para disminuir el consumo de drogas y que podemos detener una adicción con otra que no termine causándonos un daño irreversible.
Fuente - gq.com.mx
Paloma González
27/02/2017