04 de mayo del 2016
“En el último año se han celebrado más simposios, conferencias –incluso en la ONU- y propuestas que en toda la Historia anterior”, nos comenta F. Verdú, director del MÁSTER EN PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS CONDUCTAS ADICTIVAS, también uno de los máximos responsables de la REVISTA ESPAÑOLA DE DROGODEPENDENCIAS, la pionera en el mundo sobre el tema, editada por AESED.
“Como especialistas oímos y vemos desde argumentos que tratan de aportar algo nuevo hasta otros realmente peregrinos”.
“Hagamos algunas reflexiones desde variables experimentales y no opinables por tanto:”
“El modelo de las drogas legalizadas”.
“Aprendamos a llamar a las cosas por su nombre: no hay drogas legales e ilegales, sino legalizadas e ilegalizadas. La primera manera de denominarlas, que ha predominado hasta ahora, consiste en un juego lingüístico que exime de responsabilidades a quienes por su actitud pasiva pueden ser los responsables últimos de millones de afectados. No lo olvidemos, son clientes que pagan religiosamente el consumo de una sustancia, enganchándolos para conseguir el mejor negocio del mundo”.
“Las drogas legalizadas matan, en cifras absolutas, más que las ilegalizadas, lo cual en modo alguno significa que el consumo de las ilegalizadas sea menos dañino. Una y otra vez nos encontramos con tergiversaciones lingüísticas, verbigracia el tabaco, el alcohol y próximamente el cánnabis, que formarán parte del emporio económico del mundo”.
“Por más que los gobiernos impulsen políticas de información, el tabaco no solo no deja de matar, sino que en muchos casos es sustituido ya por el cánnabis. El alcohol está viviendo su época dorada de impulso al consumo desde el cine y la televisión. La borrachera se ha convertido en sinónimo de celebración, sin nada ni nadie que lo cuestione. La industria del alcohol está viviendo su momento de más éxito, directamente proporcional a los muertos que directa o indirectamente provoca; genera los mayores beneficios de la industria alimentaria”.
“En este demencial contexto es donde se plantea la legalización de más drogas. No la legalización de las drogas, sino de más drogas”.
“Un argumento que lamentablemente ha resultado falso es que legalizando el tráfico de drogas el mercado ilegal desaparece. La experiencia reciente en países que han tomado la iniciativa de la legalización del cánnabis no ha hecho descender su consumo ni el tráfico. Se consume más y los traficantes lo tienen ahora mucho más fácil: con las sustancias legalizadas se abre el consumo a las adicciones y después llegan ellos con su producto más económico y mezclado con infinidad de otros tóxicos”.
“Hace más de una década que nuestro Máster, Líder Mundial, insiste e insiste en la multidisciplinariedad de este conflicto. A pesar de la enorme fortaleza económica de algunos laboratorios farmacéuticos, cuando una medicina resulta conflictiva no es tan complicado que, especialistas independientes, dictaminen sobre el mismo y se actúe en consecuencia. Sin embargo, los intereses del comercio de la droga, negocio número uno en el mundo, son infinitamente superiores. Solo la respuesta de expertos y un respaldo político extremadamente valiente pueden hacer algo ante un tema de largo más sucio que la esclavitud racial, que a día de hoy nos parece tan evidente; más sucio porque abarca a muchísima más gente”.
“Una alumna de nuestro Máster escribía lo siguiente una vez aprendido a relacionar el texto, conceptos teórico-prácticos, con la evidencia de la realidad:
“El consumo prolongado en el tiempo de cánnabis anula la capacidad de la persona para disfrutar de una manera natural y sana de las cosas buenas de la vida. Solo disfrutan u obtienen bienestar bajo los efectos de la droga. Esto se explica por la acción del THC (Tetrahidrocannabinol) sobre el SNC (Sistema Nervioso Central) en el sentido de que actúa sobre los receptores canabinoides (CN1) alterando su normal funcionamiento. El disfrute que antes uno obtenía tras una conversación animada entre amigos, haciendo ejercicio, bailando o escuchando música, esto es, liberando dopamina, se hace difícil o imposible cuando se sobreactivan los circuitos neuronales implicados de manera externa y artificiosa.
Por otra parte, el consumidor crónico es un adicto. Hace tiempo que no consume para pasárselo bien. Consume para paliar o evitar sensaciones displacenteras; consume para aliviar su síndrome de abstinencia, para aliviar la irritabilidad, el mal humor y la ansiedad, que son los síntomas de los trastornos relacionados con el cánnabis…”.
Su Tutor le contestó:
“Muy buena descripción...
Añade, recuérdalo porque sé que lo sabes, que el ambiente, los compañeros -o incluso a veces los propios familiares- acaba reforzando el consumo y mediatizando las alternativas a este... Un mundo sin fin que se rompe cuando todo se hace insoportable... Pero mientras ayuda a difundir el consumo, a normalizarlo o introyectarlo en la vida de cada una de las personas, se expande sin remedio”.
El MÁSTER EN PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS CONDUCTAS ADICTIVAS es el único 100% online, cuyo objetivo es dotar al alumno de los conocimientos teóricos más amplios y de las habilidades prácticas más avanzadas en Adicciones y Drogodependencias, capacitarlo máximamente en todos los aspectos: Prevención, Diagnóstico y Tratamiento, Neuropsicología y Psicopatología, Farmacología, Adicciones no químicas, Medicina Legal, Peritaciones, Inserción Social, Aspectos Jurídicos... Debido a la enorme importancia que ha adquirido la problemática de las drogodependencias y ante el avance epidemiológico en la población, este Máster incluye el programa más extenso de formación especializada para profesionales del sector sanitario (Psiquiatras, Psicólogos, Médicos, Enfermeros), así como para profesionales que también la precisan, como Legisladores, Responsables de Administraciones Públicas, Trabajadores Sociales, Educadores Sociales, Profesores, Farmacéuticos, Jueces, Abogados, Sociólogos, Criminólogos, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y personas interesadas, independientemente de su titulación.
Fuente - Máster en Prevención y Tratamientos de las Conductas Adictivas, AESED
04/05/2016