23 de febrero del 2016

Cada año el tabaco se cobra la vida de unas 6 millones de personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 5 millones mueren por ser fumadores directos y poco menos de 1 millón por haber inhalado el humo al estar cerca de personas que fuman. Los cigarrillos que cualquiera de esos 5 millones de fallecidos compró para alimentar su vicio, comenzaron siendo una planta de hojas grandes y verdes, con flores rosadas, en alguno de los 120 países donde se cultiva tabaco, incluyendo a Uruguay. En su último relevamiento, correspondiente a 2011, la OMS estimaba que se produjeron unas 7.500.000 toneladas de tabaco crudo en 4.200.000 hectáreas.

Pero las enfermedades que provoca la nicotina comienzan antes de que se fumen un cigarrillo o se inhale su humo. Arrancan en el propio cultivo. En ese proceso el trabajador se expone a la llamada "enfermedad del tabaco verde", una patología que se genera cuando la piel absorbe la nicotina que contiene la hoja, al cosecharla sin protección.

La enfermedad causa náuseas, vómitos, dolores musculares, mareos, cefaleas (dolor de cabeza intenso), dolores abdominales, disneas y alteraciones del ritmo y la tensión arterial. La OMS estima que hay una prevalencia de 10 casos cada 1.000 trabajadores.

En Uruguay, hay unos 100 productores de tabaco, que trabajan con sus familias, incluidos niños y adolescentes –en general cuando los menores están de vacaciones-, lo que implica que casi 500 personas estén en contacto con la planta diariamente, en época de cosecha.

En un informe publicado por la OMS en 2011, la organización destaca que los niños son los más susceptibles a la enfermedad del tabaco verde "por presentar una piel más fina y con mayor capacidad de absorción".

El Ministerio de Salud Pública (MSP) uruguayo está realizando un relevamiento sobre la situación de esas personas, que viven en Artigas y Rivera. A pesar de que las políticas antitabaco, que el presidente Tabaré Vázquez comenzó a implementar con fuerza desde su primer gobierno (2005-2010), son llevadas adelante por el Programa de Control del Tabaco del MSP, en Artigas juega un rol fundamental la dirección departamental de Salud, según dijo a El Observador el responsable del programa antitabaco, Enrique Soto.

Como parte de la investigación se conversó con docentes del sector rural para detectar si estaban al tanto de casos de envenenamiento por nicotina en menores. Los maestros afirmaron haber tenido alumnos que trabajaban ayudando a sus familias tabacaleras, con síntomas idénticos a los de la enfermedad del tabaco verde. Como el relevamiento está en curso, todavía no se cuenta con cifras oficiales.

Los riesgos

En días húmedos, manipular el tabaco sin protección para manos, cuerpo y cara, es aún más riesgoso. Por realizar la cosecha, un trabajador puede exponerse a hasta 54 mg. de nicotina disuelta, lo que equivale a más de 50 cigarrillos. Cosechar insume aproximadamente un mes de verano. En Uruguay, por ejemplo, los productores comienzan a fines de diciembre y terminan, como tarde, los primeros días de febrero.

Los síntomas de la enfermedad del tabaco verde ocurren entre tres y 17 horas después del contacto con la planta. Es común que los productores crean que se trata de envenenamiento por pesticidas, porque los síntomas son similares.

A pesar de que Uruguay cuenta con cultivadores locales, solo 6% de la producción nacional de tabaco es utilizada en el país para fabricar cigarrillos. El 80% es importado de Brasil, uno de los mayores productores del mundo.

Estados Unidos tiene el podio en cultivos tabacaleros. Mientras en toda Europa se cultivan 704 mil toneladas anuales, solo en el país norteamericano se llega a 659 mil.

En América Latina, la producción anual alcanza las 729 mil toneladas y 429 mil corresponden a Brasil. En Uruguay, un productor cosecha, aproximadamente, 2.700 kilos por temporada, según dijo a El Observador Delmar Suárez, productor y presidente de la Asociación de Tabacaleros de Artigas, lo que equivale a una producción total de 270 toneladas, entre las 100 familias uruguayas que se dedican a ese cultivo.

 

 

Fuente - www.elobservador.com.uy 
              23/02/2016