06 de March del 2014
El consumo de cocaína produce cambios estructurales en el cerebro, reduciendo el volumen de determinadas regiones, y también funcionales, afectando a los procesos cognitivos y motivacionales, unos cambios que favorecen la adicción. Profundizar en el conocimiento de cómo se producen estos cambios y los efectos que tienen en el cerebro es el objetivo del proyecto dirigido por el investigador Alfonso Barrós Loscertales dentro del grupo de Neuropsicología y Neuroimagen Funcional de la Universitat Jaume I en el marco de financiación del Plan Nacional sobre Drogas.